En el gimnasio 2 - Relatos Eróticos

En el gimnasio 2

El gimnasio de Melinda, horas de la tarde, el horario dónde más gente llega, mucha gente joven que sale después de clases de colegio y de universidad, aunque también uno que otro adulto con cierto tiempo libre, es el caso de Virginia, una mujer comerciante de 45 años, viuda un gran cuerpo debido al ejercicio, senos grandes y firmes, una cintura plana y un trasero y piernas torneadas, piel blanca, cabello negro rizado ojos castaños y labios rojos carnosos, aviva el deseo de los hombres y la envidia de las mujeres, no de todas pero si de algunas. Virginia no solo va al gimnasio a hacer ejercicio, también, a observar y hacer ligues de momento, nada serio, lo curioso es que no busca hombres solo se fija en mujeres, las cuales a las que puede conquistar las seduce y logra tener sexo con ellas, su predilección, jovencitas universitarias. Ahí llegaba Nini, era su primera sesión de gimnasio, era una jovencita de 17 años, cursaba segundo semestre de derecho, hermosa por cierto, cabello rubio, ojos verdes, piel blanca, senos medianos, delgada y de buen trasero, despertaba cierto interés en los hombres, pero en el momento en que ella llegó alguien fijó su mirada y su deseo en ella, Virginia, quien en su mente pensó que la jovencita podría satisfacer sus demandas sexuales.

Después de que el instructor diera las respectivas rutinas, Nini empezó a acercarse a una de las caminadoras, Virginia casualmente llegó a la siguiente para seguirla contemplando y después hablarle: – Hola, creo que esta vez perdí la atención de los demás y creo que tú te la llevaste con tu hermosura es la primera vez que te veo. – Si, es mi primera clase y gracias por el cumplido. – De nada, mucho gusto Virginia. – Nini, me llamo Nini y el gusto es mío, pero bonita tu también estás. – Muchas gracias, cuántos años tienes? – 17 añitos recién cumplidos. – Oye pero que hermosa y a qué te dedicas? – Estudio derecho en la universidad voy en segundo semestre. – Excelente una futura abogada, te podria necesitar para asesorarme en mis negocios. – Muchas gracias, y cuántos años tienes y a qué te dedicas? – Tengo 45 años y soy comerciante, vendo manillas pulseras y tengo un par de negocios fuera del país. – Oye pero te ves muy hermosa para tu edad. – Gracias, que te parece si salimos a comer algo después de la rutina, digo, si tus papás te dejan – Me parece bien, mis padres viven en un pueblo lejano y vivo con una compañera de cuarto así que no hay problema. – Está bien.

La rutina siguió con normalidad, y al final todos salen y Virginia encontró a Nini y le dijo: – Vamos al parking dónde tengo mi auto y salimos sin que nos vean.

Las dos fueron al parqueadero y se subieron rápido al carro y se fueron a un restaurante gourmet, allí en ese restaurante se conocieron mejor y hablaron con mucha confianza, hasta tocaron el tema sexual dónde Nini confesó: – Virginia, la verdad me da pena decirte esto pero siento confianza contigo pero soy virgen, no he estado con nadie y me da miedo estar con la ...