Mi primera vez con un hombre casado - Relatos Eróticos

Mi primera vez con un hombre casado

Relato después de mi experiencia: *En primer día de clases*

Los dos siguientes días (martes y miércoles) no lo ví llegar al salón de clases, dónde supuestamente éramos compañeros de la escuela. Así que supuse que quizás tuvo un problema y no pudo asistir.

Así que aproveché a conocer a los compañeros de mi salón. Y admirar a algunos que me había gustado pero como estaba con el hombre que acababa de conocer ése día (lunes, el primer día de clases) no había tenido de oportunidad de conocerlos.

Mientras, también conocí a las chicas de mi clases que me pareció genial. Confesando nuestras historias y relaciones. A lo cual, les conté que yo ya estaba de novia y quizás me casar con el hombre con quién estaba el lunes. Y todas me felicitaron porque si les hacía muy guapo.

El día jueves, al llegar a la entrada de la escuela, me lo encuentro al hombre.

— Yo: Hola desaparecido.

— Él: Hola, oye, te pido perdón por no verte antes, después de lo nuestro.

— Yo: No te preocupes, te perdono y vamos a entrar porque ya es tarde, y va a comenzar la clase.

— Él: Bueno, es que a eso preciso vengo. Verás, es que yo estudio aquí, más bien, no estudio, ya trabajo. La verdad, es que me gustas mucho y no quiero perderte.

En ése momento, lo detengo con un beso en la boca.

— Yo: No te preocupes, entonces, ¿Te veo en la salida terminando mis clases?

— Él: Éso también te quería decir, que salgo a las 8 (20 hrs) y trabajo en metro Politécnico. Te veo en el andén.

Así me despedí, durante las clases, sólo pensaba en estar con él, con mi amor. Llegó la hora de la salida, rápidamente fue al lugar de la cita. Estuve más de una hora esperándolo.

Sentada, atenta en los apuntes de las clases, al momento de llegar ante mí, inmediato me levanté para recibirlo con besos y abrazos.

Nos fuimos a la estación La Raza, me llevó a un motel cercano. Era la primera vez que asistía un lugar así. Estaba más feliz que nerviosa, ya que estaba con el hombre que me gustaba.

Ya antes de entrar a la habitación, nos comíamos a besos y caricias. Nos tumbamos a la cama, él encima mío, ésa primera vez, nada más lo hicimos de misionero, vestido con nuestra ropa puesta, nada más sin mis panties que llevaba ése día. Ya que él sólo bajó el cierre de su bragueta y la sacó para metermela con mis piernas abiertas.

Estuvimos un rato así, hasta que se vino dentro de mí. Después tuve que esperar un rato hasta que se le pusiera flácida para que me la sacará. Nos incorporamos, para arreglarnos para salir, nada más me tenía que ponerme las panties, pero mi hombre me la quitó para guardárselo en sus pantalones en su verga. No hice nada para impedírselo.

Salimos del hotel, fuimos rumbo a mi casa, al llegar, me despedí de él con un beso largo. Y nos pusimos de acuerdo en salir el sábado próximo.

Ésa noche, fantasee que cómo se vino dentro de mí, que me hubiera gustado que embarazará y así obligarnos a casarnos. Sería su mujer toda su vida. La mujer de sus hijos. Con ése ...