Soy policía y...28. - Relatos Eróticos

Soy policía y...28.

... nada, tanto por el culo como por la boca.

En la mañana pedí el desayuno, hicimos un 69 primero, luego un misionero y a trabajar, la dejé directamente en lo de la dentista…yo a cambiarme para ir a la comisaría…

El comisario me dio un sobre con el pago de los adicionales, me dijo que como todavía mi pareja de patrulla, o sea Nancy está de licencia, no me iba a sacar de mi trabajo con la pintora, podía seguir si quería no venir a la comisaría, él sabía que la afamada pintora estaba en Europa, más corrupción…tampoco me quejé…ganaba unos pesos más y podía disponer de mi tiempo…

Fui a lo del profesor, le conté que sobre las nietas no habría problemas con que vinieran a verlo, que si se las aguantaba que le diera para adelante…dijo que él pensaba que estuviéramos con José para ver qué pasaba…lo conversaríamos bien…me volvió a regalar un montón de cámaras, lapiceras, soporta libros, flores, de los más variados detalles son en los que están armadas, como doce me dio, alguna me la voy a meter en el culo ja ja…las puedo controlar desde el celular pero no me animo…por si me lo revisan…

El asunto es que cuando me llamó el profesor me dijo que habían venido las nietas, como les llamamos, que estaba con José y que por el momento no pasaba nada…

Cuando iba con la moto a su casa pensé en que si no me estaría por meter en un quilombo…

Ese día no pasó nada, las chicas, muy lindas y desarrolladas, se nota que son experimentadas con respecto al sexo, tuvieron un aparte conmigo, fue en la cocina, me agarraron por sorpresa, me besaron y restregaron sus tetas por mi cuerpo. Juan y José estaban en el living…me dijeron que si les damos diez mil pesos podemos hacer una orgía…mirá las nenas…

Cuando lo conversé con el profe y el contador, ellos no tenían problema con el pago, pero que no estaban tan de acuerdo con el tema…

_Son muy chicas dijeron…

Resultó que no las iban a llamar, que yo les traería a alguien para tener sexo, recuerden que Juan no puede salir…

Mecha se ha ganado bastante dinero viniendo cada tanto, hasta he traído a la pendeja que tiene una criatura, la que cobra mil…tuve que quedarme cuidando a la bebé mientras ella hacía su trabajo…más corrupción…

Al pasar los días regresó Nancy, mi compañera de patrullaje, yo todos los días la llamaba, mucha bola no me daba pero insistía, para que después no diga que no me preocupé por ella…

Estaba un poco demacrada, le habían dado el alta, por lo tanto tenía que venir a trabajar, yo la veía distinta, parece como si tuviera más años…

Y salimos como compañeros otra vez en la patrulla, a recorrer casi la misma zona, la zona en donde vivo, donde está el hotel famoso, las parrillas, los restaurantes, los boliches, zona conocida…

No para de hablar de Rubén, mi ídolo, que Rubén esto, que Rubén aquello, no se da cuenta que me rompe las pelotas cuando lo menciona…

Cuando bajé a saludar a Carla, la recepcionista del hotel, la dejé sola en el asiento del acompañante, la patrulla la había ...