El rico culo de mis tías treintonas - Relatos Eróticos

El rico culo de mis tías treintonas

... en su boca y ella se lo pasa todo. Mi tía Cristy se levanta y me tira contra la cama, se monta sobre mí y coloca la punta de mi pene en su concha humeda, ver como mi glande se va perdiendo en su interior y como me estrangula con su rica vagina me prende y comienza a cabalgar mi pene, yo solo pongo mis manos en sus preciosas tetas y disfruto la vista. Mientras mi tia Bertha de mete dos dedos en su vagina y se da placer mientras llega su turno. Mi tía Cristy empieza a gemir como puta y de repente se siente como sus paredes vaginales me atrapan mi pene y ella solo pone los ojos en blanco y yo la beso en la boca. La recuesto en la cama y me preparo para mi tía Bertha que está más mojada que una sirena, la pongo a gatas, escupo la punta de mi pene, le apunto a la entrada de su culito y sin pedirle permiso se la suelto de una vez y le entra la mitad, ella intenta safarse pero la tomo fuerte de las caderas y empiezo el mete y saca lentamente, entonces ella empieza a relajar su ano y yo puedo ir ganando centímetros poco a poco. La empiezo a bombear con un ritmo más acelerado y ella empieza a gemir como una perrita, la bombeo con todo lo que tengo y la hago que se corra, me estangula el pene con su estrecho culo y entonces eyaculo por segunda vez. Saco mi pene y mi tía se deja caer sobre la cama, volteo y mi tía Cristy ya me tiene su culito a la vista, separando sus nalgas con sus manos, yo primero le doy lengüetasos en su ano, después le escupo y le meto la punta de mi galnde y luego se la dejo ir toda, entra de golpe hasta las bolas y mi tía da un pequeño grito, la empiezo a bombear acelerando con cada embestida hasta que es tanto el placer que me corro por tercera vez en el culo de mi rica tía. Nos dejamos caer sobre la cama y me beso con mis dos tías a la vez. Descansamos un rato y luego sin decir nada nos cambiamos y cada quien se retira tan solo limitandonos a decir adios. Llegue a mi casa y me dormí con una sonrisa por ser tan afortunado ese día.