1. Herencias y maldiciones 3


    Fecha: 17/01/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Indioram, Fuente: SexoSinTabues30

    ... acercó y el policía preguntó: – Es usted la señora María del Carmen Maldonado? – Si señor. – Queda usted detenida por el homicidio de la señora Eulogia González. – Señor, me permite despedirme de mi hija y la puedo dejar al cuidado de la señora Bertha? – Si señora, tiene 5 minutos para hacerlo. María del Carmen, entre lágrimas se despidió de su hija y le encargó a Bertha que cuidara de su hija mientras ella estaba en prisión. Salía María del Carmen esposada, dejando atrás todo, la oportunidad de Bertha estaba servida y no la iba a desaprovechar.
    
    Esa misma noche, Bertha llamó a su habitación a Alejandra, la cual le dijo: – Alejandra, como bien viste tu mamá se tuvo que ir y me dejó encargada de ti, eso no va a ser gratis. – Señora, no me vaya a sacar por favor, haré lo que sea, pero por favor no me saque no tengo donde ir. – Bien, si no quieres que te eche de la casa vas a hacer lo que yo quiera está bien? – Si señora. Dicho esto, Bertha se desnudó de la cintura para abajo, dejando al descubierto una vagina velluda, con algo de canas, se sentó y abriendo sus piernas ordenó: – Arrodíllate, y pon tu cara aquí. A la niña le daba miedo pero más pudo el miedo de quedarse fuera de la casa. – Saca la lengua y empieza a lamer. La niña sacó la lengua y la pasó por la vagina, la niña intentó safarse, pero Bertha le recordó la advertencia y la niña no tuvo remedio que seguir lamiendo, se estaba familiarizando con ese sabor, mientras Bertha respiraba pesadamente y empezaba a mover su pelvis, Bertha tomó la cabeza de Alejandra y la pegó del todo a su vagina y la niña seguía lamiendo, Bertha ya gemía y movía su pelvis, montó sus piernas en la espalda de la niña, y apretaba con fuerza su carita a su vagina y movía cada vez más rápido su pelvis, hasta que tuvo su orgasmo, un líquido blancuzco untaba la carita de la niña, la obligó a limpiar con su lengua el resto de líquido vaginal hasta que la dejó limpia.
    
    – Éste va a ser tu trabajo, yo me ocuparé de ti, Alejandra pero a cambio vas a hacer esto y más o si no ya sabes.
    
    – Si señora. Luego se fueron a dormir, Bertha se sentía una mujer feliz y dichosa, Alejandra sentía mucha incertidumbre, se sentía avergonzada pero a su vez más curiosa, y en su mente quedó la vagina de Bertha, la vagina que tiene que satisfacer de ahora en adelante para asegurar su supervivencia. 
Β«12Β»