1. Rivales (1er PARTE en Buenos Aires de los 60…)


    Fecha: 17/01/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Drax, Fuente: SexoSinTabues30

    ... con sus brazos alrrededor de su cuello y comenzó a apretar despiadamente como si fuera una verdadera boa constrictora, el magnífico cuerpo que tenía debajo.-
    
    Thelma, después de la sorpresa inicial, empezó a sentir que la opresión brutal sobre su cuerpo amenazaba con dejarla sin aire y para evitarlo, con mucho esfuerzo, comenzó a girar su cintura para bloquear, de esa forma el esfuerzo que su rival estaba ejerciendo sobre ella; pero también la asaltó la duda sobre su posible victoria y la certeza que estaba siendo derrotada. Zulma estaba sobre la espalda de Thelma y continuaba firmemente «enroscada» a ella con sus brazos, pero principalmente con sus poderosas piernas, que mantenían un firme tijera alrededor de su cintura y que debían conducirla irremisiblemente hacia la rendición, por la falta de aire, producto de la salvaje presión a la que se hallaba sometida…
    
    Los minutos pasaron pero el tan ansiado triunfo no llegaba, parecía estar cerca pero no se materializaba, falta posiblemente algo más y Zulma por eso decidió intentar otra cosa; soltó, primero, el apriete en el cuello de su rival y después, con su mano derecha la tomó por el cabello, estropeándole de paso el elaborado peinado, y tiró con fuerza hacia atrás, haciendo gritar a su rival y luego empezó a pasar su mano izquierda sobre la vagina de Thelma; esta sintió el brutal tirón de cabello y cuando gritó por ello, notó que algo , masajeaba fuertemente su concha haciendo de que esta se humedeciera por la lubricación, institivamente abrió levemente las piernas como respuesta automática a la «caricia», y fue entonces que se dio cuenta de su error, cuando su rival la penetró profundamente con dos largos dedos de su mano izquierda. Ella supo que estaba perdida, sabía que era una mujer muy sexual y que este era uno de sus puntos débiles, ya que la mujer que estaba luchando con ella aprovecharía la penetración y cotinuaria con ella hasta hacer que se derrumbara completamente, iba a aguantar todo lo posible pero sabía que sería vencida.
    
    Zulma también se convenció que ganaría, pero para esto debía continuar con lo que estaba haciendo, o sea seguir violando a su rival con los dedos para terminar aplastando de esa forma a su formidable y derrotada hembra. Pasado un rato, Thelma sintió que estaba exhausta producto de la sucesión de orgazmos incluidos en un climax interminable que literalmente la estaba sumergiendo en un océano de placer, cuando notó un cambio en el accionar de su rival, que aflojó primero la presión sobre sus costillas destrabando sus piernas que hasta hacía instantes la tenían envuelta por la cintura y que tanto daño le habían causado, para luego suspender la violación, retirando sus dedos de dentro de su vagina logrando una momentánea y necesaria calma; pero la pausa sólo duró breves instantes, ya que su rival volvió sobre su encharcada concha, nuevamente con su mano izquierda pero esta vez por delante, no por detrás como antes, porque para esto había retirados sus piernas, ...
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