1. La toma de muestras


    Fecha: 13/01/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Lexa1515, Fuente: CuentoRelatos

    ... pensarlo mucho la doctora me dejó sola en su consultorio. Me sentía extraña, asustada, pero feliz de estar sola, así tendría más privacidad de disfrutar la variedad de vaginas que me esperaba. Pasó una paciente, era una mujer bellísima, era muy alta, tenía el cabello oscuro, trigueña y con cuerpo envidiable, cualquier mujer desearía tener tales curvas y atributos con los que contaba dicha paciente. Procedió a desvestirse, hasta finalmente estar en la camilla recostada, con las piernas abiertas dejando expuesto su sexo a toda mi vista, otra vez sentí esa excitación, todo gracias al ver su vulva con vello de más o menos 4 mm de largo, unos labios carnosos, bien definidos y un clítoris grande, quizá el más grande que había visto en el momento, me generó tanta curiosidad y a su vez tanta excitación que no pude parar de mirarlo por unos minutos. La paciente notó mi curiosidad y me dijo:
    
    - Es un poco grande, verdad?
    
    - Lo es, simplemente me generó curiosidad su tamaño, espero no se moleste! Respondí.
    
    - No se preocupe, noto que es muy joven, es estudiante?
    
    - Así es, llevo poco tomando muestras.
    
    - Entiendo, posiblemente no habías visto un clítoris como este.
    
    - Realmente no.
    
    - Puedes tocarlo, añadió la paciente.
    
    Al escuchar esas palabras sentí una gran excitación, no perdí oportunidad y con mis dedos cubiertos por guantes de látex empecé a tocarlo, se sentía tan grande entre mis dedos y a medida que más lo tocaba notaba que mi paciente respiraba agitadamente, su clítoris se puso duro y un poco erecto, no podía creer lo que veía, ese maravilloso clítoris excitado se asemejaba a un pene muy pequeño. Seguía tocándolo, lo masajeaba y la paciente ya jadeaba de excitación, me pidió que me quitara los guantes para sentirme mejor, accedí y al tocarlo sin guantes, sentí su caliente y resbaladizo clítoris entre mis dedos, no pude evitar tocarlo más rápido, las dos nos estábamos muriendo de excitación, en un momento de intensa locura olvidé por completo que era mi paciente y pegué mi boca en su clítoris y empecé a lamerlo rápidamente moviéndolo de lado a lado con mi lengua, también olvidé por completo la toma de muestras y dos de mis dedos entraron a su vagina húmeda, los metía, los sacaba. Una vez mis dedos adentro, los movía de manera circular y aquella mujer trigueña no podía contener su pasión, se retorcía como animal salvaje acompañado de los gemidos más sensuales que hubiese escuchado, de un momento a otro mi paciente llegó a un rico orgasmo acompañado de un chorro de líquido que calló en toda la sábana de la camilla. La mujer descansó unos segundos se vistió y se dirigió hacia mí, tocó mi sexo encima del pantalón y sintió que mi humedad traspasó toda mi ropa, ella me bajó el pantalón y metió su mano en mi ropa interior con el objetivo de masturbarme, estaba tan excitada que le dije que parara un instante, me quité el panty, me subí a la camilla y abrí mis piernas para que tuviera toda mi vagina a su disposición, ella se quedó mirándola ...