Ella, Victoria ❤ - Relatos Eróticos

Ella, Victoria ❤

... otro gemido, seguido de un suspiro, provocando que su calido aliento choque contra el mio, creando una calidez unica y llena de amor. Vicky guiaba en todo momento mis dedos, masajeando los labios de su vagina y haciendo que de vez en cuando, estos penetraran dentro de aquella. Lo que provocaba que diera leves gemidos y que se agitara, mientras que yo, podia sentir todo el calor de su interior en mis dedos, lo que me gusto mucho debo admitir. Estuvimos asi unos minutos, hasta que en un momento empezo a jadear repetidamente y tomo un par de mis dedos, guiandolos hasta la parte superior de su vagina, en donde pude sentir a traves del tacto lo que parecía un pequeño botoncito, el cual tambien se encontraba caliente. De inmediato Vicky empezo a masajear con mis dedos aquel boton, frotando rapidamente con una ligera presion y en movimiento circular. No sabia lo que pasaba, pero podia ver como este movimiento hacía que Vicky se agitara mas y jadeara como una loba sedienta, a la vez que su cuerpo se contraía y soltaba ligeros espasmos, que debo admitir hicieron que me extrañara un poco ante mi ignorancia. Esto se prolongo hasta que Vicky freno en seco aquel movimiento, sujetando mi mano con firmeza y colocandola de manera extendida a lo largo de su vulva, poniendo algo de presion; a la vez que ahogaba su gemido dandome un humedo beso. Pero por mas que intento ocultarlo, igualmente su gemido se pudo escuchar, y de no ser porque mi hermano tenia el volumen muy alto del tele, nos habría delatado. Yo ante esto me asuste un poco, pero Vicky respondio rapidamente acariciando mi pierna con suavidad, siguiendo por mis brazos, mientras no dejaba de besarme, esta vez de forma tierna, tomandose el tiempo de saborear el momento. Cuando logro que me relajara, separo sus labios de los mios, solamente para tomar mi mano y llevarla a su boca, saboreando lentamente mis dedos, los cuales le ayudaron a llegar al climax, y dejandolos totalmente limpios de sus fluidos. Todo esto ante mi atonita mirada; solamente pude corresponder con una leve sonrisa de complicidad, mientras ella no separaba sus ojos de los mios. Cuando de repente nuestro calido momento se vio interrumpido por el ruido en seco de la silla de mi hermano siendo arrastrada en la sala. Lo que provocó que rapidamente nos separaramos con Vicky, y miraramos al unisono la puerta de mi habitacion, mientras ella tomaba su ropa, tratando de ocultar torpemente su desnudez. Guardamos silencio esperando lo peor; pude sentir como el clima cambiaba en seco, de calido y lleno de amor, a un clima gelido y atemorizante mientras el miedo se apoderaba rapidamente de ambos. Pero, para nuestra suerte, tan rapido como el miedo rompio con nuestro momento, éste se fue disipando al escuchar como nuevamente mi hermano se acomodaba en su silla y reanudaba la partida que habia dejado en pausa; seguramente se habia levantado para servirse alguna bebida o alcanzar algo que estaba a una distancia cercana. Aunque lejos de calmarnos, esto fue ...