1. La desconocida (Capítulos 1 y 2)


    Fecha: 30/12/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Ana Etxeberria, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuantos billetes.
    
    -Genial. Ya tengo para tampax –rio Tania.
    
    -Tráeme mi neverita para guardar las dos muestras. ¿Me has pasado por whatsapp los datos? ¿Nombres, apellidos y hora?
    
    -Todo. Tranquila.
    
    -Mientras me traes la neverita, yo hago las etiquetas.
    
    -¿No te apetece follarme?
    
    -De ti tengo tres eyaculadas etiquetadas y cinco bragas. Busco chochitos nuevos.
    
    -¿Y si te consigo chochitos nuevos me follas?
    
    -¿Aquí? ¿Esta misma tarde?
    
    -Hay una. Rocío Velázquez. Me folla con la mirada. Dame 20 minutos y tendrás su eyaculada y sus bragas.
    
    -¿20 minutos? Joder. Yo lo hago en menos.
    
    -Vale. 10.
    
    -5.
    
    -¿5? ¿Cómo?
    
    -Viólala. En el baño. La puerta tiene pestillo por dentro.
    
    -Pedirá auxilio. Gritará.
    
    -O puede que le guste y se deje si eres tú. ¿Qué pasa? ¿No hay coño?
    
    -Cinco.
    
    -Así me gusta. Con un buen par de ovarios. Vete al baño así mismo. Haré que la gacela vaya a la leonera.
    
    -Te amo, joder –la besó Tania con pasión salvaje.
    
    -Venga, coge una probeta nueva y ya sabes lo que hacer.
    
    -¡Choca!
    
    -¡Yeahhhh!
    
    -¿Rocío Velázquez?
    
    -Sí, soy yo.
    
    -Te llaman.
    
    -Ah, voy.
    
    Así de sencillo fue. Rocío siguió a la desconocida hasta el cuarto de baño. Pese a la extrañeza del sitio, Rocío entró con ella donde esperaba Tania desnuda y muy puta.
    
    -¿Qué es esto? –Rocío se quedó entre una mezcla de perplejidad y excitación.
    
    -Toda tuya, Tania –cerró la desconocida la puerta pero quedándose apoyada para evitar un escape.
    
    -¿Te gusta lo que ves, Rocío? –posó Tania como una ramera rumana de polígono.
    
    -Sí… quiero decir, que no, que quiero irme.
    
    -A mi nadie me rechaza, que lo sepas.
    
    -No es eso, es solo que… -un bofetón en la cara de Rocío la calló y la dejó aturdida, tiempo precioso para que Tania la arrancara la blusa y las bragas. A todo esto, la desconocida lo grababa todo con la cámara de su móvil.
    
    Una vez desnuda y desprovista de la ropa, Tania la inmovilizó contra una pared alicatada y empezó a besarla y chuparla las tetas. Las hormonas en efervescencia de Rocío indicaban que no solo le gustaba sino que le apasionaba aquel juego enfermizo. Tania lo comprobó vaginalmente con su mano.
    
    -¿Te gusta que te violen, cariño? –seguía Tania con sus lametones y roces.
    
    -Mmmmm… si…
    
    -Date la vuelta, zorra… eso es… saca el culo… más, joder… así me gusta… separa los muslos… ¡más, coño! Como si fueras a mear en la calle… ¡eso es! Vaya culo tienes, hija. –Y Tania le pegó una primera bofetada.
    
    -¡Ay, coño!
    
    -Dale más fuerte –exigió la desconocida.
    
    Y más fuerte que le dio.
    
    -¡AUUUU!
    
    -Comprueba –pidió la desconocida.
    
    Tania colocó la mano en el entremuslo y palpó el clítoris.
    
    -Auuuuu, coño… -sintió Rocío un latigazo de placer al sentir la yema de los dedos ahí.
    
    -Dos más y se va –calculó Tania.
    
    -Pues dale.
    
    Y otra vez el culo de Rocío recibió un arreo con la mano…
    
    -¡Ayyyyy, coño!
    
    … soltando un gemido más que un grito.
    
    -Prepara –avisó Tania.
    
    La desconocida se colocó de ...