1. Tu esposa te humilla (Pov Sph)


    Fecha: 25/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: rosameler12, Fuente: TodoRelatos

    Erika disfrutaba mucho de tu situación. Tu mujer era cabello negro y corto, unas tetitas deliciosas, culo pequeño y apretado, con prietas nalgas. Su esbelta figura resaltaba entre la multitud cuando vais al centro comercial. Por tu lado, no eres más que un picha corta con unos huevos de niño, son tan pequeños que sacas siempre una sonrisa a tu mujer.
    
    —Deberías mear sentado, como las niñas—te dijo ella entre risas.
    
    Tú obedeces sentándote y meando despacio, humillado como un perdedor y poco hombre. Ella coloca su pie en tu entrepierna tras haberte limpiado, besas sus piernas, son tan deliciosas que besas su fina piel con tus labios mientras poco a poco te aplasta los huevos, esos tan inútiles e inservibles.
    
    Al levantar su falda, lleva puesto un strap-on que acerca a tu boca y comienzas a chupar como un buen perro que eres. Ella se ríe de ti, te llama poco hombre, pene de niño y otras cosas humillantes que alzan tu pequeña virilidad, que igualmente sigue siendo pequeña.
    
    Sientes esa gran polla de plástico, mucho mejor que la tuya sin duda, algo que desearías tener que debes conformarte con algo tan tan tan pequeño. Al sacarlo, te da un par de golpes con ella en la cara mientras te acaricia el cabello.
    
    —Perrito bueno, date la vuelta.
    
    Obedeces sin decir nada, dejando tu culo, el único agujero servible de ti a su merced. Lo tienes siempre preparado para ella así que entra sin más, provocando un pequeño orgasmo en ti. Empiezan las embestidas, los apretones en los huevos con su mano, sientes que te va a romper las pelotas de la fuerza que hace mientras escuchas en tus oídos las carcajadas.
    
    —Mira que mierda de huevos, para eso mejor no tenerlos—te dice sonriente.
    
    Tú solamente sientes como tu cabeza se pega a la pared mientras eres enculado como buen sumiso y picha corta.
    
    —¡Siente una buena polla de verdad!—grita mientras te encula con fuerza.
    
    Eyaculas con esa embestida, gimiendo a más no placer. Ella se burla diciendo que no solo la tienes pequeña, sino que además eres un eyaculador precoz al no tener aguante. Ella se marcha entre risas mientras te la deja clavada en tu culo.
    
    Aquella misma noche, tu mujer se estaba dando el lote en la ducha con una mujer rubia, caliente como el fuego, tetas grandes y un culo enorme y firme. Te deja mirar sentado en el retrete mientras ambas se ríen de lo miserable que es tu virilidad.
    
    El agua salpica a ambas que se besan con lujuria y pasión, sus pezones rozándose, apretándose los unos con los otros. Los coños depilados de ambas mientras sus piernas se cruzan como tijeras, los labios se frotaban haciendo que gimieran como perras en celo. Tú solo podías mirar mientras entre besos y pasión, te miraban con una sonrisa humillante.
    
    —Mira que cosita...mi sobrina la tiene mucho más grande—comentó la rubia.
    
    —No es complicado.
    
    —Sí...venga...sacude esa cosa ridícula—ríen las dos.
    
    Las mujeres gimieron en celo, incrustando sus dedos en sus coños, mostrándote sus vaginas, culos y tetas ...
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