1. Diario de confinamiento (11)


    Fecha: 21/07/2019, Categorías: Incesto Autor: reybaco2005, Fuente: SexoSinTabues30

    ... volvía loco. Su figura era perfecta, el pelo rubio que le caía por la espalda, su cola dura y parada como una manzana que se adivinaba debajo de la tela. No podía creer lo que estaba viviendo. Me hubiese pellizcado para recordar que no estaba viviendo un sueño. Pero no, afortunadamente era real. Volvió con los dos vasos de whisky sin hielo, ese elixir no se mezcla con nada y con el medio chocolate que aún quedaba. Partió un pedazo y me lo acercó a mi boca. Abrí y lo mordí chupándole apenas la punta del dedo. Ella comió su trozo y bebió un trago de whisky. Yo hice lo propio y mientras terminaba mi vaso me fui acercando a ella para besarla.
    
    Empezamos tímidamente y de a poco fuimos soltándonos a la pasión. Nos mordíamos los labios mutuamente, con suavidad y algunas veces, no tanto. Recién reparaba en que no había podido ver sus tetas, nunca se había quitado ese vestido de cama. Volví a acariciarla completamente por encima de la suave tela. Mi pene no tardó en reaccionar nuevamente. Si bien aún no estaba en todo su potencial, sabía que no iba a tardar en reponerse. Ella disfrutaba de mis caricias como yo lo hacía con sus besos. Estábamos sentados en la cama acariciándonos, ahora mutuamente. Metí las manos por debajo de la tela y con mis manos apresé sus redondas y preciosas nalgas, y le solté
    
    – Me encantó que no trajeras nada debajo del camisón
    
    – Sabía que te iba a gustar, me dijo
    
    – Fue un gesto muy lindo
    
    Volvimos a besarnos y continué con las caricias, ahora más incisivas con la intención de llevar a mi hermana a la entrega total. Y de a poco lo fui logrando. Besé su cuello un largo rato y deslizándole los breteles por los hombros, le descubrí los pechos. Parecía mentira, pero hasta ese momento no había visto en esa noche los pechos desnudos de Sonia, sin embargo, ambos habíamos acabado y lo habíamos disfrutado al máximo. Como decía, dejé al descubierto sus pechos y me quedé mirándolos atónito
    
    – Que pasa? Me volvió a la realidad Sonia
    
    – Que son hermosos, le deje mientras los acariciaba
    
    – Mmmmm, son tuyos, podes hacer con ellos lo que quieras
    
    – Mmmm, los toqué suavemente, después más intensamente
    
    – ¡Quiero que me chupes las tetas! me dijo mi hermana sacándome de mis absurdas cavilaciones de ese momento
    
    Fue entonces que me abalancé a sus pechos besándolos primero, y chupándolos con apasionamiento después. Ella me agarraba la cabeza y turaba la suya para atrás del placer que sentía. Yo me sentía en la gloria. Le agarré el vestido por la parte de abajo y se lo saqué por la cabeza, dejándola totalmente desnuda ante mi vista. Nuevamente me quede perplejo ante su cuerpo, como si nunca lo hubiese visto. Fue entonces cuando por mi cabeza pasó una frase que decía más o menos así. Si vas a hacer algo que te da placer, tomate tu tiempo y que sea un acto pensado y disfrutado segundo a segundo. Y eso fue lo que hice. Me detuve en cada segundo en que besaba y chupaba a mi hermana. Pensaba en la perfección de sus pezones, de sus ...
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