1. El Despacho


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Arfridio, Fuente: TodoRelatos

    ... mías. Tenías el coño de tu hija frente a tí, dispuesto para ser lamido hasta lo más profundo. Mis manos masajeaban sus pechos, y mi boca besaba su cuello.
    
    Tú lo lamías con cariño y deseo de vernos satisfechos. Tu hija te apriosionó la cabeza contra ella, mientras se le oian los gemidos. Notabas que te faltaba el aire, necesitabas respirar, pero ella no te dejaba separarte en ese momento. Sus piernas te presionaban más y más. Lamiste con más ganas, tenía que correrse o te asfixiaría.
    
    Un claro y sonoro Siiii, te dio la entrada de aire que necesitabas. Y entre su gemido y tus ganas por respirar, hizo que te cogiera y te volviera a poner tu cara en su coño.
    
    ¡Otra vez!... te indicó tu hija, haz que me corra otra vez
    
    Tras tres intensos orgasmos, decidí poner fin a aquello. Tu caíste rendida al suelo, te faltaba el aire, pero no querías levantarte de allí. Entre los dos te sentamos en la silla donde empezaste, te separé las piernas y te introduje un consolador.
    
    Córrete para ella, desnúdate, y disfruta al menos, como ella lo ha hecho. Es placer puro e intenso, olvídate de todo, y hazlo como tu sabes.
    
    El primer beso apasionado que sentiste de tu Amo, te excitó bastante. Comenzaste a chuparlo, jugar con el en tu coño, volvías a lamerlo, e introducirlo lentamente dentro de ti. Tu hija se acercó lentamente por detrás de ti y te dijo:
    
    Es tu momento, olvídate de quien eres, disfruta para ti sola, y hazlo sentirse orgulloso de ti, como yo se lo hago a él
    
    Sentiste recorrer por tu pecho, el frio metal de unas tijeras, rasgándote el vestido, y como las manos de tu hija te desposeyeron de él, y comenzaron a masajear tus pechos, meter sus dedos en tu boca, humedecerte tus pezones, buscar tu clítoris para que disfrutaras más aún. Yo me arrodille delante de tu entrepierna, esperándote ver llegar tu orgasmo. Te acariciaba tus muslos, te los besaba, lamia tus pies y buscaba tu ano.
    
    No tardaste en llegar al punto del orgasmo, cuando te dije:
    
    Aún no. No tienes permiso para correrte. Sigue como lo estás haciendo
    
    Intentabas mantenerte en tu posición de sumisa, pero el placer que sentías era superior a tu voluntad:
    
    Por favor, mi Amo, permiso para correrme, noo puuuedo mmaaas
    
    Te retiré el consolador de las manos, acercando mi cara a tu coño y autorizándote a finalizar, lamiéndote tu coño, explotaste de placer en toda mi cara. Me apretaste la cara contra tus muslos, y me hundiste en tu ser, como momentos antes lo había hecho tu hija contigo.
    
    Gracias mi Amo. Gracias por ser benévolo conmigo
    
    Tu hija te besaba, mordisqueaba el cuello, y te masajeaba la espalda.
    
    ¿Cielo, ella también es mía?
    
    No. Pero está para servirte también cuando lo desees y como lo desees. Ella es únicamente mía, al igual que tú. Te tendrás que ganar el derecho de ser su Ama. Las dos me servís a mí solamente.
    
    Le coloqué el collar a tu hija, como tu, y a ti te puse el plug de cola de zorra. Os puse vuestras cadenas, ordenadoos poneros a cuatro ...