1. Secretos de encaje y Deseo


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: MicroRelatos, Autor: Lynda, Fuente: TodoRelatos

    El juego de luces tenues se derramaba por la habitación, tejiendo sombras que acariciaban cada rincón. Él entró, con una confianza que lo hacía aún más cautivador. Sus ojos se encontraron con los míos, chispeando con complicidad. Sabía lo que me esperaba esta noche, una fantasía que pocos conocían, un deseo que compartíamos en la intimidad.
    
    El encaje negro resaltaba la delicadeza de su figura, un contraste fascinante con la masculinidad que emanaba de él. No podía evitar que mi mirada se perdiera en los detalles, en la forma en que la tela abrazaba cada contorno, resaltando su virilidad de una manera única y provocativa.
    
    "Te ves absolutamente irresistible", murmuré, dejando que mi voz reflejara la excitación que bullía dentro de mí. Mis ojos recorrieron su cuerpo, deteniéndose en cada pliegue de encaje, en cada detalle cuidadosamente seleccionado. Era como si estuviera desvelando un secreto compartido, una fantasía que nos unía en una intimidad profunda y especial.
    
    Se acercó a mí con una confianza que solo aumentaba mi deseo. Sus manos fuertes encontraron mi cintura, y su boca buscó la mía en un beso ardiente y apasionado. El contraste de sus labios contra los míos, la mezcla de fuego y suavidad encendió una chispa que se extendió por todo mi ser.
    
    Mis manos exploraron el encaje que adornaba su piel, siguiendo cada línea y curva con reverencia. La textura suave bajo mis dedos, la sensación de la lencería contra su piel avivaba la llama de la pasión que compartíamos. Era como si estuviéramos explorando un territorio desconocido juntos, descubriendo nuevas formas de excitación y conexión.
    
    La habitación se llenó con el susurro de nuestros suspiros entrecortados, con el roce de piel contra piel. Cada caricia, cada beso, era una promesa de deseo cumplido, de intimidad compartida en su forma más pura. Nos perdimos en el éxtasis de la experiencia, entregándonos por completo el uno al otro.
    
    Cuando finalmente nos fundimos en un abrazo cálido y satisfecho, supe que esta noche sería una memoria que atesoraría para siempre. La lencería masculina se convirtió en el vehículo de una conexión más profunda, de una exploración compartida que nos acercó de una manera que nunca habíamos imaginado. 
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