1. Yo, mi imaginación y la calle


    Fecha: 18/07/2019, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Tengo 25 y soy una chica muy candente como bien lo irán viendo y la experiencia de escribir es profundamente excitante. Siempre he leído relatos desde hace varios años, pero debo decir que escribirlo hace que empiece a escurrir. Desde los 12 me he sentido atraída por el mundo del sexo, me tocaba y descubría y a lo largo de los años he descubierto miles de formas de satisfacerme, aun cuando tenga pareja y me complazca bien.
    
    En esta ocasión he de relatar mi deporte favorito. Vivo en una avenida que pasan coches regularme aun a altas horas y desde como a los 14 me entro la loca idea de llevar a un nivel más excitante mis experiencias, así que desarrolle una afición a tocarme imaginando las probabilidades de que alguien me vea al pasar por la calle y me lleva al éxtasis.
    
    La primera vez empecé viendo relatos y de un momento a otro después de unos 15 minutos en que rozaba mis deditos alrededor de mi clítoris empecé a sentir una necesidad de rozar mis pechos y como tentación decidí acercarme a la ventana del segundo piso, recorrí un poco la cortina tapando mi cara aun y dejando a la vista mi torso. Mi mano seguía rozándome dentro de mis pantalones y braguitas, debo hacer pausa y comentar que mi conchita es muy apetecible y jugosita, carnosita y que puede llegar a formar un delicioso y suculento cameltoe.
    
    Bueno al caso es que al acercarme me percate de que el vidrio de la ventana se enfría siempre por la noche aun en tiempos de calor, por tanto me pareció excitante la idea de rozar mis pezones sobre el cristal, por lo cual con la mano libre subí mi playera de la pijama y deje mi pecho al descubierto, di unos pasos adelante hasta rozar el cristal con mis pezones, que endurecieron inmediato y empecé a moverme al mismo tiempo el imaginar las probabilidades de ser vista desde la calle me pusieron a mil.
    
    Seguía mi frotamiento vigoroso sobre mi clítoris pequeño y a medida de que endurecía más me iba mojando y esperando algo que llenara hasta la saciedad mi vagina, por lo que intentando llegar a un climax más intenso decidí ir a la cocina para tener ventana a nivel de piso. En el camino ante la insistente necesidad de mi vagina de sentirse satisfecha hice una parada y tome una zanahoria (que para la ocasión y la urgencia pareció adecuada) y después de prepararla me volví a acercar a la ventana.
    
    Así pues haciendo espacio en mi pantalón de pijama introduje mi mano y al subir mi playera y rozar el cristal con los pezones me empecé a introducir la zanahoria, esto se ponía candente y el solo hecho de estar a nivel de suelo y aumentar las probabilidades de un mirón me puso al 1000% así que no más de 1 minuto y ya tenía la conchita empapada, mi clítoris vibrante del movimiento y la zanahoria en un mete y saca en mi vagina.
    
    Y pues así les explico mi deporte favorito de satisfacción personal, que se ha convertido en lo más excitante y candente, además de riesgoso de que pase un tío muy hot e intente cogerme, aunque pensándolo, si está bueno quizá una ...
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