1. Mi prima se viste de novia (Capítulo 2)


    Fecha: 17/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Usuario PsyExA, Fuente: CuentoRelatos

    Los dos o tres minutos que se estaba demorando en abrir la puerta, los aproveché como si hubiesen sido horas. Me levante, tapé a mi prima, me puse el pantalón y me acosté en el sillón, que ya estaba preparado con una sábana en la parte de abajo y hasta otra para taparme. Cerré los ojos y pretendí estar dormido.
    
    Pasaron varios minutos más. Tantos, que casi me duermo en serio. Todavía se escuchaba el sonido de una llave que entra, sale y entra de nuevo.
    
    Más minutos pasaron y se me agotó la paciencia. Me puse de pie, la remera y fui a abrirla yo.
    
    -Gracias chabón, nos salvaste
    
    Fabián no estaba solo. Llegaba desmayado, con sus brazos alrededor del cuello de dos amigos que no habían podido abrir la puerta, a pesar que estuvieron un buen rato intentando, haciendo malabares con el casi cadáver de su amigo y la ignorancia de no saber cuál de todas las llaves, era la correcta.
    
    -Alta fiesta te perdiste – me dijo el más gordito. Un desubicado.
    
    “Si, veo. El pelotudo de tu amigo me debería haber invitado”, pensé. Pero pronuncié solo las dos primeras palabras. “Casi le rompo el regalo de casamiento”.
    
    Los ayudé a llevar a mi futuro primo político hasta la habitación. Lo acomodamos, vestido así como estaba, al lado de Julia, y me contuve de no sopapearle la cabeza al otro amigo, que se quedó colgado, mirando la figura de mi prima bajo las sábanas. Dos desubicados.
    
    Fui al baño, me eché la meada más espesa de mi vida, me lavé la cara y como ya era de día, me dispuse a volver a mi departamento. Al salir, los dos pibes ya se habían ido. No me importó que lo hayan hecho sin saludar. Me jodió la vida que, cuando se fueron, se llevaron la llave de Fabián.
    
    ¿Se puede ser tan, pero tan boludo, loco? Me dejaron encerrado. La puerta se cerraba, si o si, con la llave. Si me llevaba las llaves de Julia, los dejaba encerrados a ellos y tendría que volver a rescatarlos más tarde. No daba.
    
    Resignado, volví a la habitación. Mi prima se había vuelto a destapar, se le veía el orto entangado, pero no quise ni mirar. Me tiré en el sillón y a pesar de lo que me había dicho July unas horas atrás, doblado, entré en él. Acomodé la cabeza en un apoya brazos y me di cuenta que mi mirada quedaba directo al culo de mi prima. Ni lo dude y me levanté para poner mi cabeza en el otro apoyabrazos. Esa locura tenía que terminar ahí nomás. Prefería tener a la vista los pies sucios de Fabián. Aunque pueda parecerles raro, así iba a resultar más fácil poder dormirme.
    
    Las pelotas. Ni dos segundos podía cerrar los ojos. Estaba ultra desvelado. Cerraba los ojos y me molestaban. Los abría y ahí estaban otra vez esos pies sucios, casi en primer plano. Pensé que tal vez todo eso sería una señal del destino, para que no vuelva a actuar como esa noche, nunca más. Me puse boca arriba y fue peor: así sí que no entraba. Preferí arriesgarme a perder la vista y no la espalda. Volví a ponerme de costado.
    
    Habrá pasado media hora hasta que Julia se movió. “Al fin”, pensé. Se sentó ...
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