1. El inicio de una borderline


    Fecha: 15/09/2022, Categorías: Primera Vez Autor: Yoli psico, Fuente: CuentoRelatos

    Comenzaré con algo de contexto personal, soy una mujer casada, un hijo pequeño, trabajo y atiendo mi casa, físicamente soy blanca, cabello oscuro, mido 1.65 m, tengo buen trasero, los senos medianos y con algo de caída natural, piernas bien formadas, piel suave y con pecas, creo que suficientemente atractiva para ser una mujer normal que no es fitness, modelo o actriz.
    
    Si hay algo que realmente me diferencia es que sufro de TLP, soy de las personas que comúnmente llaman borderline, si desean saber más sobre eso pueden googlearlo, se preguntarán porque es esto importante, porque ese demonio me ha hecho hacer demasiadas cosas de las que me arrepiento.
    
    La gente me conoce como alguien explosiva, incluso violenta, es lo más obvio y la faceta que más ha sufrido mi esposo, pero hay algo no tan evidente que para mi es mucho más problemático, verán, el TLP es como un motor de la destrucción y su combustible es la ansiedad, esa ansiedad me hace ser violenta en ocasiones, pero cuando se mezcla con mi depresión me hace tomar muchas decisiones autodestructivas.
    
    Desde joven fui muy fogosa, me masturbo desde que tengo uso de razón y durante mi adolescencia fue una práctica compulsiva, no era muy atractiva en esa época y le tenía terror a un embarazo por lo que prefería mantener mi placer en mis propias manos, a los 19 comencé a beber alcohol y ahí todo se fue al diablo.
    
    Me ponía en situaciones muy peligrosas, me emborrachaba en cualquier casa de amigos y en más de una ocasión desperté semidesnuda y con fluidos ajenos encima de mi, por suerte no llegaron a penetrarme, al menos nunca sentí molestias o alguna otra señal de que algo así hubiese sucedido.
    
    Para mis 20s ya trabajaba y podía vestirme mejor, mi cuerpo se volvió más cercano al de una mujer completa y con eso comenzó el interés masculino más directo, me invitaban a salir y comencé a practicar el sexo oral, se volvió habitual, semanalmente en mi boca entraban en promedio 3 o 4 penes distintos, no me importaba si era riesgoso, simplemente me sentía insignificante y esa atención me ayudaba a calmar la ansiedad, había un muchacho al que se lo hacía muy seguido, estaba obsesionado con quitarme la virginidad, no lo había hecho porque por una razón u otra no se daba la oportunidad, no porque yo opusiera particular resistencia.
    
    Una noche me invitó a salir con unos amigos, bebíamos cervezas y yo como siempre tomaba como si no hubiese un mañana, y con eso comenzó el manoseo, no sabía bien de quién era, se sentía como muchas manos pero estaba en la barra, no podían ser tan osados en público, pero alguien lo estaba siendo, los roces constantes a mi trasero, piernas y pecho me activaron un poco la conciencia, comencé a poner más atención y pude notar que mi amigo intentaba llegar a mi entrepierna desde la derecha (tenía un jean ajustado) y del otro lado tenía una mano de uno de sus amigos en una teta, nunca usaba sujetador por lo que eso era algo a lo que estaba acostumbrada, pero está vez me hizo ...
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