Día de castigo mensual - Relatos Eróticos

Día de castigo mensual

Día del castigo mensual

Una bonita mujer desnuda, rubia, colgaba en el llamado'U invertida’, un sencillo aparato diseñado para permitir la exposición de todo su cuerpo y poder ser azotada sin impedimentos a la condenada.

La ‘U invertida’ tenía dos metro de separación entre las barras laterales verticales… La barra horizontal, que las unía estaba a dos metros de altura del suelo... El aparato estaba colocado sobre una plataforma giratoria, que se movía cada 10 latigazos que se le daba a la condenada, para permitir una vista clara a la multitud reunida para ver su sufrimiento.

Las piernas de la esclava, muy separadas, estaban sujetas por los tobillos que quedaban encadenados en anillas existentes en la parte baja de las barras verticales, proporcionando una exposición obscena de su coño y su culo.

Sus muñecas también estaban encadenadas por encima de su cabeza en los extremos de la parte superior de la barra vertical... Sus tetas colgaban bien visibles y fáciles de azotar.

A estas horas, el sol del mediodía caldeaba su cuerpo azotado… Ella estaba siendo azotada esta mañana, sin ninguna prisa, y ya se había desmayado una vez durante el castigo... Suplicó piedad, pero la mujer verdugo que le aplicaba el castigo, sonrió y le dijo:

- Te mostraré piedad después de que recibas las 40 latigazos que mereces por no cumplir con la cuota en el arado de los campos.”

Ya no hablaron más… La mujer verdugo procedió a continuar con los latigazos para deleite de los trabajadores agrícolas reunidos allí para ver el castigo público.

Y es que hoy era el llamado ‘Día del castigo mensual en la Granja para Mujeres Presas’... Ese día, las prisioneras que no cumplieron con su cuota de trabajo marcado, eran castigadas a base de latigazos, en cantidad proporcional a la cuota de terreno arado no realizada.

La mujer que estaba en la ‘U invertida’ no había podido cumplir con su cuota de terreno arado por tercer mes consecutivo, por lo que por tercera vez fue castigada por su pereza.

En su momento ella fue condenada a trabajos de campo como yegua de arado y tenía que cumplir con la cuota que se le asignaba todas las semanas… Lo hacía desnuda, descalza, encadenada a su arado por una serie de correas, brazos atados a los lados, para dejar todo el cuerpo libre para el mordisco del látigo si se demoraba y con una pequeña bola de 50 gr colgando del anillo del coño… Todas las mujeres de la Granja tenían asignado este duro trabajo bajo un sol abrasador durante 10 horas diarias.

Finalmente, el castigo de hoy se completó cuando se llegó al número 40… El último latigazo se lo dio la mujer verdugo sobre su espalda procurando que la punta del látigo, se enroscara alrededor de su cuerpo y le mordiera su teta derecha

La esclava gritó y se desmayó por segunda vez… Pero su castigo no había terminado... Riendo, la mujer verdugo dijo a la multitud:

- “Ahora, mostraremos la piedad que nos pidió esta pieza de carne de caballo… Se la dejamos aquí colgada para ...