Alan se vuelve mi puta
Fecha: 15/07/2019,
Categorías:
Gays
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Esta es otra anécdota que me paso y es una experiencia gay.
A mis 26 años de edad estaba todo fuera de control, les confieso que fui violado por mi entonces jefe y honestamente desde ahí le agarré el gusto a los hombres, ya les conté cuando me cogí al jotito del barrio y hoy les cuento cuando uno de mis mejores amigos, entre alcohol y bromas, terminó siendo mi funda.
Él se llama Alan, un güero vende quesos sin ofender a nadie ya que así le decíamos, nalgón y muy aventado.
Todo sucedió una noche mientras tomábamos y recordábamos viejos tiempos, a él lo había dejado su novia y por más que lo invitaba a ir con otras chicas él quería seguir fundido en su depresión y alcoholizándose.
La noche trascurría y yo como de costumbre estaba caliente y entre juego y juego, le arrimaba la verga a Alan el me aventaba riendo y a veces seguía el juego, todo hasta que llegamos a la charla.
A: Ya wey, ¡en serio te cogerías a un cabron?
J: Jajá, ¿que tu no?
A: ¡Claro que no, jajá, soy macho!
J: Los machos dominantes también parten machos, jajá, ¡quieres verlo!
A: ¡Ya wey!
En ese momento la idea de cogerme a mi amigo me llenaba la cabeza, él hablaba y hablaba y yo imaginaba desnudo en cuatro para mí, fue entonces que en un descuido el robe un beso.
A: ¡No mames que pedo!
J: ¡Si quieres regrésamelo!
A: ¡Ya wey, no mames!
Alan estaba ofendido, en cambio yo estaba caliente me acerque a él y lo encare, con una mirada morbosa y lujurioso le pregunte:
J: ¿Quieres experimentar conmigo?
A: ¡Que te pasa, estás loco!
J: ¡Ya!! ¡Es solo sexo, creme te gustara!
A: No manches wey, en serio, somos compas, ¡además no hago eso!
J: Yo decía lo mismo, déjame mostrarte igual te gusta, si comienzo y te incomodas hasta ahí lo dejamos, ¡como ves!
El me miro tembloroso, yo con una sonrisa lo invite a mi casa, el ante todo pronóstico acepto con la condición de que solo sería una probadita.
Entramos a mi cuarto, sin decirle nada lo comencé a besar mientras mis manos acariciaban sus nalgas, el cerraba los ojos y me quitaba las manos, pero Alan ya estaba ms para acá que, para allá, así que lo avente a mi cama y comencé a desnudarme.
A: ¡Carajo!!! ¡Que haces!
J: ¡Te enseño lo que te vas a comer!
Le dije eso mientas sostenía con mi mano mi verga dura y venosa, lentamente caminé hacia él y se la puse en la cara, el trato de huir, pero lo convencí aventándole un choro de machismo, Alan se sentó en la orilla de la cama e increíblemente abrió la boca para comenzar a chupármela.
Coloqué mi punta en sus labios, inmediatamente una muestra de asco salió de él, pero yo atrapándolo de la cabeza, lo dirigí, finalmente abrió la boca y mi verga entraba y salía, sentía muy rico, mientras mi amigo solo balbuceaba y mostraba su desagrado.
A: ¡Uhm!! Agh, qué asco!
J: ¡Tranquilo, uhm, que rico chupas!
A: ¡Que puto soy!
J: ¡Nada de eso, al contrario, uhm!
Le follaba la boca, poco a poco Alan perdió el asco, movía su lengua, ...