1. Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 28


    Fecha: 12/07/2019, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... Ana y sobre mí, aunque ninguno quisimos intervenir, parecía que era una cosa personal de Nuria.
    
    En un momento dado noté cómo Nuria estaba muy cerca del orgasmo, mi polla estaba haciendo efecto en ella pero quería llegar al final por ella misma. Miré a Ana y me lo confirmó, ella también había notado los signos de un orgasmo inminente, el rubor de las mejillas y del pecho de Nuria era como una amapola, las tetas le brillaban de tan tersas y los pezones nos apuntaban como dedos.
    
    En nuestra postura privilegiada admirábamos el empeño de Nuria en ponerse al día y romper con sus miedos, sabíamos que de un momento a otro se vendría abajo, sacudida por los espasmos de una corrida retenida desde hacía demasiado tiempo, pero Nuria tenía una voluntad de hierro y seguía cabalgando metiéndose la polla hasta lo más hondo de su ser y sacándola hasta el mismo capullo.
    
    Parece que de pronto recordó el otro reproche de su marido, Juan lleno de rabia la acusó de hacerle las pajas con poca“gracia”, esto en otro momento le hubiera resbalado, pero delante de todo el grupo de matrimonios…, así que descabalgó de mi y de tumbó al otro lado de Ana, se miraron por un momento y enseguida cogió la polla que tenía delante de los ojos y comenzó a agitarla sin control.
    
    Ana y yo, por supuesto, pensamos que Nuria no estaba muy cabal, porque la polla cuando se secó de sus jugos vaginales ardía en su mano, parecía no darse cuenta porque seguía machacándome a toda velocidad.
    
    El capullo resplandecía de brillo y calor, ya no estaba rojo, estaba morado y sin esperanza a mejorar, menos mal que Ana acudió en mi ayuda y cuando Nuria bajó la mano hasta los huevos, la guía ágilmente, acercó la boca y me chupó el glande“lubricándolo”momentáneamente.
    
    Se lo agradecí con un apretón en el pezón izquierdo, pero no quiso que Nuria siguiera atormentándome y le insinuó que ella se ocuparía de mi polla y Nuria podía seguir follándome a su ritmo. Le dijo que lo hacía muy bien y que debía seguir hasta hacerme correr otra vez.
    
    Nuria se sentó de espaldas sobre mí, le demostré mi agradecimiento pasando la mano entre su brazo para cogerle la teta y masajearla, con eso la“premiaba” y la animaba a seguir.
    
    Con esta segunda cabalgada me demostraba que era capaz de innovar poniéndose de espaldas y saltando sobre mí con las manos apoyadas detrás de ella. Ana observaba como levantaba las caderas y se metía la polla y empezaba elmete-saca siempre hasta el fondo entre gemidos y suspiros.
    
    Se le notaba contenta por lo que estaba logrando, por primera vez estaba rompiendo sus tabús, que tanto le reprochaba su marido, tanto se entusiasmó que no calculó bien y cuando saltó, el capullo quedó libe y claro… cambió de rumbo lo suficiente para que Nuria experimentara una nueva sensación.
    
    Ana lo vio todo muy de cerca, ya estaba acostumbrada al ruido que producía la polla al entrar y presionar el aire que salía a presión, cuando algo cambió tanto, que Nuria frenó de golpe con un aullido que se debió ...
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