Aprendiendo en casa - Relatos Eróticos

Aprendiendo en casa

Eran las 5 de la mañana de un sábado cuando una llamada en el teléfono de mi esposa nos despertó, era su hermana que le llamaba para decirle que su mamá se había puesto mal de salud y había que internarla de urgencia.

Mi esposa se alistó lo más rápido que pudo y me pidió llevarla hasta la estación de tren para poder viajar hasta la ciudad donde se encontraba su mamá y su hermana.

Todo pasó tan rápido que no nos dimos cuenta que tuvimos que levantar a nuestros hijos Camila de 4 años y Jorge de 6 años los cuales subimos al auto en pijama para que siguieran durmiendo ahí. Yo por mi parte solo llevaba un short de tela (sin bóxer) y una camiseta sin mangas que me quedaba muy holgada.

Despedimos a mi esposa en la estación y nos dio un beso a cada uno, a mi como siempre un beso apasionado, húmedo y con lengua como me gusta darlos pues soy un macho y mi barba y mi cuerpo esbelto lo demostraba.

Llegamos a casa y desperté a Jorge para que bajara del auto mientras llevaba en brazos a Camí, mi hijo se agarró de la bolsa de mi shorts e iba caminando adormitado por lo que su mano cada vez se iba bajando y por ende llevándose mi shorts. Al entrar a la casa prácticamente iba casi desnudo, algo que no me incomodaba pues Camí estaba dormida y mi hijo quizás ni se acuerde cuando vuelva a despertar por lo que llegando a mi habitación puse a mi hija en la cama y terminé de quitarme el short, tome en brazos a Jorge y lo puse del lado opuesto, me tapé con una sábana muy delgada y me quedé dormido.

Pasaron unas horas y desperté con mi niña sobre mi brazo izquierdo y mi niño abrazado a mi con su pierna sobre la mía, tenia unas grandes ganas de orinar pero no quería que ellos se despertaran por lo que decidí alcanzar mi termo con agua que para mí sorpresa estaba vacío. Lo destape y orine ahí, sentía un alivio grande al poder darle paz a mi vejiga que lancé un gran chorro amarillo justo a la boca del termo y aunque me sentía un poco incómodo por tener solo un brazo libre pude terminar casi sin salpicar… A excepción de unas gotas que mojaron las sábanas pero no me importó ya que después de todo mi esposa no estaría para regañarme. Tape el termo y volví a dormir.

Cuando desperté note que mi niña no estaba y yo estaba abrazando a mi hijo de cucharita, mis movimientos lo despertaron y le di un beso en los labios y le dije buenos días a lo que el respondió el saludo dándose vuelta y dándome un abrazo muy fuerte el cual yo también correspondí. Nos levantamos yo completamente desnudo pues ya no estaba mi esposa que me regañara y mi hijo me preguntó

J: papi porque tú cosa es muy grande?

P: pues porque yo estoy muy grande y cuando tú crezcas también te va a crecer y tendrás pelos en todo el cuerpo como yo.

J: tienes pelos en todas partes?- me preguntó con asombro.

P: claro que sí, los hombres de nuestra familia nos caracterizamos por ser grandes, fuertes y velludos.

J: papi, y yo seré también muy velludo cómo tú?

P: claro bebé, serás un hombre ...