1. Me emborracho


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Hetero Autor: jalarika, Fuente: SexoSinTabues30

    Me gusta el sabor del aguardiente antioqueño… bueno, de cualquier aguardiente, como Platino, Tres esquinas… y del vodka.
    
    Me ayuda a escapar y sumergirme en mundos de fantasía y… de sexo; me desinhibo y juego masturbándome con dildos entre el culo, o en roles como mujer, o travesti puta, para los dos últimos me travisto al compás de los tragos y algo de música de estriptis.
    
    Para el efecto compré todo lo necesario en varios almacenes, desde peluca y maquillaje hasta tacones… Con el tiempo tendría diversidad de cada uno.
    
    Aprendí a maquillarme gracias a tutoriales en YouTube, así como a comportarme femenina y adoptar los manerismos propios de las mujeres, como acicalarse el cabello sonriendo coquetamente, alizar la falda al sentarme, cruzar las piernas, y otros.
    
    Ensayé por semanas hasta perfeccionarlo todo y una vez dominada mi actuación quise probarme en público; claro, estaba borracha, entonces solo me hice la paja y me dormí.
    
    Desperté vestido de mujer, el maquillaje corrido y la peluca en el suelo. Me avergoncé y me disparé al baño tratando de borrar todo vestigio de mi despropósito, y mientras lo hacía me preguntaba si se trataba de una aberración o un destino… un en encuentro con la vedad.
    
    Realmente, ¿cuando me emborracho encuentro a mi verdadero yo? No lo sé, pero es cierto que cuando tomo aguardiente… o cualquier licor, se me disparan las hormonas femeninas y las ganas de hombre.
    
    Me gustan las mujeres, sus delicadezas y atuendos…
    
    Me gustan los hombresdepilados… detesto esos osos que se creen tan machos.
    
    Me gusta el sexo en todas sus formas, y créeme que las he ensayado todas… o casi… veamos:
    
    Hombres que me hayan comido… Juan lavapisos, Juan inseminador, Evelio. El negro Mark, el arquitecto.. y muchos más.
    
    Mujeres que me comí: Luz Stella, en nuestro desvirgue en la adolescencia; La grandota en la U; la judía en su casa con su madre por ahí, Patricia mi secretaria en la agencia de publicidad, y tal cual puta callejera.
    
    ¿Recuerdos? Sí, del mi desvirgue con Luz Stella –de hombre – y con Juan –da marica –y también de mamadas, como la primera vez que me lo mamaron… fue Juan inseminador; la primera vez que me culearon, también fue Juan; la primera vez que mamé vergaque fue al arquitecto.
    
    Momentos inolvidables que repito en mi memoria, me excito y me hago la paja rememorándolos.
    
    Disfruto verme el chimbo muy duro en la mano dándole manivela, si tengo las uñas pintadas, mejor; tomarme mis guaros y ver el semen salir disparado.
    
    Varias veces me lo eché en la mano para comérmelo; su sabor era algo insípido, peroes mi esencia. También me lo unté en el culo,imaginando que me habían echado un polvo… y no lo dejaría esperando. Todas esas pichas que me habían penetrado evocaban satisfaccióny provocaban deseos de acciónnuevamente. Llevaba tiempo sin gozar de una buena verga entre el culo… o aunque fuera en la boca.
    
    Pero… ¿cómo?, ¿cuándo?
    
    Tal vez yendo a un bar de maricas, o anunciándome en páginas de sexo ...
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