De respetada mujer casada a puta de burdel 10 - Relatos Eróticos

De respetada mujer casada a puta de burdel 10

Aunque la mayoría de los clientes solo querían usar algún agujero y correrse, había verdaderos sádicos que disfrutaban pegándome humillandome y dejándome, estos clientes siempre me escogían a mí porque aceptaba todo, bueno más bien no podía negarme a nada, el dueño lo había dejado claro desde el principio, era una puta sin derechos.

Después de ese tipo de clientes, estaba varios días con calmantes y siempre la atenta Lucía me curaba las heridas.

Hubo un cliente especialmente cruel, que antes de entrar en la habitación ya me dejó claro como iba a ir aquello.

Antes de dejar el bar, me arrancó la poca ropa que llevaba aquel día y me ordenó llevarla hasta la habitación a 4 patas.

Tuve que ir todo el camino así ladrando de ved en cuando, y el aprovechaba pará pegarme alguna patada en el culo si consideraba que iba demasiado despacio.

Cuando entramos en la habitación, lo primero que hizo fue sentarse en mi espalda y azotarme en el culo con un cinturón mientras me ordenaba pasear por la habitación con el encima. El dolor de espalda y en las rodillas era terrible.

Aún a 4 patas el se levantó y se desnudó y se sentó en la cama y me ordenó lamerle los pies, estos estaban sucios y sudorosos a demás de tener unas uñas muy largas. Para mayor asco me ordenó meter sus dedos en la boca > aquello era asqueroso y estaba dándome arcadas, mientras el aprovechaba pará azotarme con el cinturón.

Cuando se cansó de que limpiará sus pies me ordenó tumbarme en la cama con la cabeza colgando fuera, aprovechando mi situación, se sentó en mí cara para que limpiará su culo, si sus pies estaban sucios, su culo estaba aún peor, tenía restos de mierda que me obligó a limpiar.

Así me tuvo un rato tirándose pedos en mi cara de ved en cuando, mientras él seguía azotandome con el cinturón esta vez las tetas.

Tenía las tetas doloridas , apenas ya había alguna parte en ellas que no me doliera, y aunque no las podía ver estaba segura de que tenían un color amoratado ese tío disfrutaba pegándome.

Cuando se cansó de que le limpiará el culo se levantó y fue hacia mis pies, que después de muchas horas con tacones altos los tenía doloridos. Comenzó a azotarlos con el cinturón mientras se reía y me decís que me iba a dejar que no podría ni moverme por zorra estupida

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No sé cuánto llevaría azotandome pero a mí me dolía todo el cuerpo, los pies a penas los sentía, cuando metiendo su sucio rabo en la boca comenzó a mear ordenándome que lo tragara o el castigó sería terrible. Cuando acabó estuvo follandome la boca hasta que se vacío en ella, y tras un azote en las tetas con sus manos se marchó. Al poco tiempo Lucía entro y me aplicó la crema cicatrizante en todo el cuerpo, yo estaba llorando y apenas podía moverme de dolores. Aquella noche se quedó a ml lado durmiendo.

Me acababa de llegar un vídeo de Belén, cuando llegó Vanessa, mis hijas la mayor estaba durmiendo en casa de una amiga y la pequeña estaba con los abuelos, nada más entrar y poner el vídeo ...