1. Fantasías cortas de oficina


    Fecha: 06/07/2019, Categorías: Relatos Cortos, Autor: Moggi93, Fuente: CuentoRelatos

    El lugar de trabajo es un lugar especial, compartes con personas por horas y horas, días y días, hasta años en algunos casos, conoces de unos más que de los otros, imaginas más con unos que con otros.
    
    El momento de hoy gira en torno a una pregunta, ¿ustedes que harían, si una de sus compañeras ofreciera abiertamente servicios sexuales? Y no, no hablo de prostitución, hablo de que esa chica de cabello rubio, cintura pequeña, de no más de 1,60 de altura, con jeans formales y blusa negra ajustada y con escote, blusa con encajes que dejan ver algo del abdomen y la espalda, en medio de la conversación dice sin tapujos, -Necesito sexo, solo esas palabras, ¿alguno de sus compañeros se ofrecería? ¿Todos? ¿Ninguno?
    
    Probablemente alguno le preguntaría si es en serio, ella solo sonreiría y diría -Si, y lo necesito ahora- se subiría la blusa hasta quitársela y se bajaría el brassier negro, no haría falta quitárselo completo, solo dejar las tetas al aire, se desabrocharía los botones del pantalón y lo bajaría hasta los tobillos, igual iría los panties negros con encaje a juego con la blusa, se sentaría en la silla y abriría las piernas mirando alrededor, -¿Nadie me va a penetrar? Sin condón por favor.
    
    Pocos hombres se atreverían a ir de frente, pero siempre hay algún valiente que se desabrocharía el pantalón y se sacaría la verga sin quitárselo, la miraría a los ojos y preguntaría si es verdad, ella le daría una sonrisa y con dos dedos se abriría los labios para que pudiera ver qué tan mojada está, que tan lista para recibir pollas como si su vida dependiera de ello, creo que para ningún hombre haría falta más indicaciones que eso, el tipo en cuestión se arrodillaría apuntando el glande a la vagina, con miedo todavía de lo que podría pasar, inseguro de que una mujer tuviera la valentía de dejarse coger delante de sus compañeros únicamente por qué no aguanta las ganas, pero sí, es verdad, nuestra protagonista movería sus caderas hacia adelante dejándose abrir en canal por la verga de un hombre que hasta hace cinco minutos jamás habría visto en ella una pareja sexual, con la penetración completa ya no hay nada que esperar, el hombre bombea a nuestra oficinista cómo si quisiera traspasarla, ella pide que alguien le sostenga la silla para que la verga se pueda clavar con más fuerza, la penetración sigue por varios minutos mientras todos en la oficina observan, algunos se aventuran a sacarse el pene y masturbarse lentamente, otros se le acercan para apoyarle la verga en los brazos y cerca al rostro pero ya la oportunidad está perdida, ya la vagina está llena y es todo lo que ella necesitaba.
    
    A punto de acabar el hombre pregunta si se puede venir adentro a lo que ella niega con la cabeza y le dice que quiere el semen por todo el cuerpo, se mueve hacia atrás enderezándose y se clava tres dedos en la vagina para llenar el vacío que le dejo la verga que tenía hace un momento adentro, el hombre entiende y se levanta, continúa con una paja lubricada con los ...
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