Relaciones callejeras 2 - Relatos Eróticos

Relaciones callejeras 2

... realmente poco, quizá un par de minutos y se vino, sentí perfectamente el líquido caliente llenando mi interior, era demasiado, mucho más que el marrano que había abusado de mi, yo estaba cachondísima, en verdad que me gustaba sentirme menos cuando los hombres me poseían. El tipo de adelante hacía lo suyo con mi boca y en cada embestida sentía sus huevos que topaban en mi barbilla hasta que inundó mi boca pero esta vez quise hacer algo diferente, no me tragué el semen y juegué con el un poco con mi lengua viéndolo fijo a los ojos, abrí la boca para mostrárselo y finalmente me lo tragué para después volverle a enseñar mi boca con la lengua de fuera mostrando que me lo había pasado todo: "Pues yo si me quiero chingar a la morra we aunque ya traiga leche dentro tu dale por el hocico ahora, huacha, se los traga todos bien rico" comentó el que me daba por mi boca que ahora bombeaba mi vagina, me impresionaba que aún corriéndose no se le bajaba la verga y aún tenía energía para montarme por detrás, debía ser la edad. El otro me metía su pene flácido en la boca pero no tardó en crecer y después de una mamada magistral donde le pulí hastalos huevos se vino en mi boca, igual de extenso que en mi culo, más que su amigo incluso se chorreó por mis comisuras, hice el mismo jugueteo y los tragué mostrando mi boca abierta con cara sonriente para que viera que ya me los había pasad y en eso escuché al otro que descargaba por mi vagina, como era de costumbre en ese lugar, rápido se vistieron y se fueron, yo me quedé tumbada en la mesa, la verdad estaba cansada y mis agujeros palpitaban había sido una noche dura, comprendí porque las mujeres que se dedican a esto en veces notan cansadas o deterioradas.

Doña Luisa entró al cuarto yo ya algo repsuesta en un sillón, me dijo que hoy había pocas niñas y tenían dos tipos en espera así que me preguntó si podía hacerme cargo, con cara exagerada de cansancio accedí. Ya sin limpiarme recibí al tipo, básicamente el quería solo una mamada pero con fotografías a lo que inmediatamente respondí que si. Yo ya no medía, me gustaba ese ritmo y esa forma de trato así que sin más senté al hombre, maduro de unos 45 años, aspecto de trabajador en la obra, se veía cansado y sucio, como la mayoría que llegaban a ese lugar. Como dicen, para luego es tarde le desabroché el pantalón y me metí el falo, ya estaba erecto así que solo lo lamí, realmente sabía mal, a orines pero poco a poco al limpiarlo le retiré el mal sabor y olor, masturbaba su pene mientras jugueteaba con sus bolas en lo que el no dejaba de tomarme fotos, de vez en cuando subía la mirada y acomodaba mi cara para que tuviera tomas muy cachondas de mi cara viendo directamente al objetivo, no se detuvo ahí ya que fotografió mi cuerpo, extendía sus manos para tomar fotos desde mi culo que seguía descubierto, sentía los chorros de semen aún presentes así que seguro saldrían en las fotos, por supuesto el no hablaba ni salía en las fotos y al comenzar con el video aproveche para ...