1. Irene


    Fecha: 26/03/2022, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... empujaba enseguida se lo retiraba, ella abría los ojos y se reía, seguía con mis besos, mi lengua dentro de su boca de niña jugaba con su lengua. Acariciando sus pechos la sentí gemir, puse mi verga en su húmeda entrada, empecé a metérselo poco a poco, ella esperaba que lo retirara, pero esta vez no sucedió, abrió aún más sus piernas esperando el embate, mi pene penetró un tramo y sentí un gritico, Me duele un chin mi amor, No te preocupes pasa pronto.
    
    Se lo saqué y empecé nuevamente, al sentirla encogerse retrocedí y de un solo empujón rompí su coñito de niña, ella dio un grito seco de dolor, al instante se quedó rígida, lo saqué lentamente, tenía el pene manchado de sangre, no me importó, volví a empujárselo rápidamente, ella reacciono y lanzo un quejido esta vez de placer.
    
    Empecé a bombearla, mi niña se movía frenéticamente, pronto la hice coger mi ritmo y ella acomodó su cuerpo a mis embestidas. La estaba bombeando salvajemente, tener el cuerpo de esta niña bajo el mío había despertado mis instintos salvajes.
    
    Quería dejarle una marca en su vagina de niña, mi nena aguantaba mis embestidas, su cuerpo delgado parecía incapaz de soportar el pedazo de fierro en que se había convertido mi pene y sin embargo encajaba cada uno de mis empujones, le hundía la lengua en su garganta, ella se quejaba cada vez más fuerte, parecía que iba a llorar, pero yo sabía que estaba gozando su condición de mujer.
    
    Mi niña me apretaba y en un descuido me mordió en el cuello, casi no me di cuenta de lo excitado que estaba.
    
    Irene como una arañita se aferraba a mí con brazos y piernas por momentos me dificultaba bombearla. Ambos estábamos cubiertos de sudor a pesar del aire acondicionado.
    
    De pronto mi nenita empieza a emitir ruidos raros por la garganta, entre gritos de placer tuvo su primer orgasmo con un pene bien encajado dentro de ella.
    
    Mi niñita pegada a mí, parecía querer fundirse, me abrazaba con fuerza. Yo aún no me había derramado y seguía con el pene erecto.
    
    Cuando reaccionó me miró y me dijo:
    
    Te quiero. Eso no me gusto se iba a convertir en un problema.
    
    Entonces sintió mi pene aún en su vagina y me dice: mi amor quiero ir al baño.
    
    Me retiré de dentro de ella y dándome un beso me dice: Amor me duele un chin mi totico, pero me gusto mucho.
    
    Al rato fui al baño para lavarme el pene y la encontré mirándose al espejo en puntitas, que rica se veía mi niña, desnuda con un rico culito, me miró por el espejo y se sonrió. El pene se me puso erecto nuevamente, me pegue a ella por la espalda y le puso el nabo entre sus nalguitas.
    
    Ella sonrió y se apretó aún más. La abracé y empecé a besarle el cuello, ella intentó darse la vuelta y aprisionándola contra el lavadero no la deje. Volteo la cara y nos besamos así, le agarre sus tetitas y se las manoseaba, empezaba a gemir, baje la mano hacia su chochito, que ya se había mojado nuevamente, y la hurgué con mis dedos, ella jadeaba de placer.
    
    Mi pene erecto se frotaba contra sus nalgas, lo ...
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