Mí secreto que mí madre no lo puede saber, ni nadie 10 - Relatos Eróticos

Mí secreto que mí madre no lo puede saber, ni nadie 10

... hoooooo por Dios….. siento que por detrás mío mi instructor comenzó a amasar mis nalgitas y luego metía un dedo ensalibado en mi anito y lo movía al ritmo de mis embestidas., y ya sabía lo que pasaría, que por primera vez en mi corta vida iba a tener una exquisita y enorme verga taladrandome mientras estaba follando a Carlitos, que por su parte no dejaba de gemir y a levantar su cabeza para observar lo que pasaba delante de él, que nuestro hombre alfa sacaba su dedo y tomó su verga y me lo clavó muy lentamente hasta llegar a metermela toda hasta el fondo de mis entrañas y que me hizo brincar mis bolitas de mís ojos y ver nublado por un momento y después hacerme ver estrellitas de colores y comenzar a chillar para dar paso a mis desenfrenados gemidos de placer doble ya que sus embestidas hacían que mís penetradas sean también duras y frenéticas. Era un concierto de gemidos de ruegos y suplicas, exclamando: «así así mi amor no pares, dame más, ummmm haaaaaaa que ricoooooooo tú culito, ummmm que ricoooooooo tú verga así así mi amor no no no pares porfavor ummmm que ricoooooooo haaaaaaa ummmm «. Todos confundidos en movimientos y sonidos de mi pelvis en sus nalgitas de Carlitos y sus testiculos enormes de mi instructor latigiando mis nalgitas blanquitas . Y como era para mi más exitacion por estar en medio recibiendo y dando verga, hacía que me sintiera el más feliz y por eso no daba más y comencé a combulsionar de extremo placer porque estaba teniendo un exquisito orgasmo que comencé a llenar de rica lechita su deliciosos y profundos interiores de Carlitos, donde Carlitos sintiendo mi dulce néctar también tuvo su interminable ummmm haaaaaaa orgasmo que solo le salió una pisca de líquido transparente, pero que no era esperma quizás por su edad, pero fue mágico y sublime la carita que ponía igual que la mía, mientras tanto mí anito rebosaba de extremo placer porque seguía sintiendo y saboreando de tan exquisita verga, que al darce cuenta mi instructor que yo ya me había vaciado, paro y me puso a un costado y Él tomó mi lugar y yo me quedé inmóvil con un gran deseo de perversión y sadismo al ver como mí instructor tomaba su salvaje verga y lo puso en la entradita del anito de Carlitos que también se quedó inmóvil pero con una expresión en su rostro de lujuria y deseó por sentirse por fin destrozado por la eminente penetracion, que solo atinaba a empuñar con mas fuerza la base del sillón y serrar sus ojitos esperando su momento que tanto había soñado. Ésa tremenda verga guiada por la mano fricciónaba su entradita y aprovechando que yo le avía dejado aunque sea un poco dilatado pero con mucha leche que salía de su interior, es que decidió hacer más presión yyyyyy……hoooooo por Dios, veo claramente como le destroza sus pliegues de su esfinter y se abre paso ensanchado su anito que comenzó a vertir sangre junto al gran grito de dolor que yo sólo atiné con una mano apretar su pechito para que no se mueva y con la otra mano le tapé la boca para que no se ...