1. Mi hija embarazada


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Incesto Autor: alexxandre2020, Fuente: SexoSinTabues30

    Soy divorciado hace muchos años, con dos hijas que actualmente tienen 33 y 30 años, yo 57.
    
    Esto sucedió hace algunos años cuando mi hija mayor tenia 26 y cursaba su 6to mes de embarazo.
    
    Ella vivia con su pareja con quien llevaba casi 10 años de relación aparentemente feliz.
    
    Para ser sincero debo reconocer que nunca fue de mi simpatia el muchacho, en principio sin saber bien el porqué, cosa que ahora ya comprendo.
    
    Lo cierto es que todo se desencadenó repentinamente. Una tarde recibo una llamada de ella muy angustiada que me desesperó porque no la esperaba y mucho menos los acontecimientos que luego me narraria.
    
    Al oír el llanto de mi hija por teléfono entré en desesperación y le dije que iba urgente para su casa. Agarre el auto y conduciendo como loco la fui a buscar.
    
    Cuando bajó y la vi shockeada me recordó a esa niña adolescente en su fragilidad y que yo tanto amaba. No vi a la mujer que ya era y embarazada, vi a mi niña preferida.
    
    Fuimos para mi casa y ella no lograba contarme nada por el llanto que la invadia. Yo intentaba calmarla.
    
    Cuando llegamos ya dentro de casa la abrazaba acariciaba y besaba para calmarla diciendole que ya estaba con su papi que no temiera nada que estaba segura y que me contara…
    
    Lo que me narró me enfureció como nunca. No lo podia creer. Su pareja ejercia sobre ella violencia psicologica desde que quedo embarazada y ya habia llegado a la agresión fisica. No aguantaba más. Yo logicamente queria salir a buscarlo y vengar a mi hija pero ella ya tranquila me calmó diciendome que no valia la pena. Que ya el tema estaba resuelto y que lo dejaria para siempre. Tambien me pidio de quedarse a vivir conmigo. Logicamente accedi a sus deseos y mi furia inicial se fue convirtiendo en una felicidad tan plena como extraña.
    
    Arregló todas sus cosas con su ex y en un par de dias ya estaba instalada con todas sus cosas en mi casa. Comenzamos una convivencia inesperada y que nos fue llenando de felicidad dia tras dia.
    
    Nuestra convivencia se asemejaba mas a la de una pareja que a la de padre-hija. Mi felicidad era plena pero tambien mi tortura. Mis deseos por ella ya iban mucho más allá de lo normal y temia mucho que ella los percibiera. Con lo cual fui evitando cada vez mas ostensiblemente nuestros acercarmientos y cariños. Tanto evitaba su ternura y cariño para conmigo que una noche lo percibió y me lo recriminó de mala manera preguntándome que me pasaba, si estaba molesto con que ella estuviera viviendo en su casa, que se lo dijera, que fuera sincero con ella y ese tipo de cosas mientras su enojo se hacia llanto. Ahi me conmovi de tal manera que le prometí que despues de la cena nos sentariamos a charlar.
    
    Nuestro ritual casi diario luego de cenar era ir a ver algo de televisión o una pelicula compartiendo un amplio y comodo sillon en el living. A veces con una copa de vino otras con una taza de café. Normalmente ella se disponia a ese momento ya vestida con su ropa de dormir: un camisoncito o alguna ...
«12»