Una cena muy especial - Relatos Eróticos

Una cena muy especial

... que si, la acompañe al baño pero al entrar me jalo, me dijo que quería ver si mi novia decía la verdad, yo no lo pensé dos veces, estaba caliente y aún algo ebrio, le puse seguro a la puerta y me baje el pantalón de la pijama, ella se agachó y con los ojos como platos vio mi miembro, sin dudarlo se lo llevó a la boca, yo estaba en el cielo, Grace era buena dando mamadas pero Daniela era excelente, sentía que me quería venir pero no quería que acabará, la levante y le quite el camisón y empecé a besar sus pechos, le chupaba y mordía los pezones, ella quería gemir pero le tapaba la boca para no despertar a nadie, y en ese momento ella dúo el siguiente paso:

Daniela: ay Oli que rico, quiero sentir tu vergota adentro, nunca he sentido una grande, la de mi novio apenas mide 14 CM

Oliver: pues a ver si te entran mis 21 CM, ponte de espaldas en la taza

Le baje la tanguita que traía y le empecé a lamer sus labios y le metí la lengua en su culito tan rico, ella batallaba por acallar sus gemidos, mientras le daba su beso negro le metía los dedos en su vagina, entonces me incorporé y le acomode ni verga en la entrada de su vagina, y se la deje ir de golpe, a mi me gustaba coger rudo así que lo hice así, ella apenas pudo sofocar su gemido, la tomé del pelo y le tape la boca, mientras sentía mis testículos como golpeaban con sus labios, le di la vuelta y la cargue mientras se la metía, le chupaba sus pechos y le metía un dedo en el culo, ella estaba que explotaba de placer, yo también, le dije que estaba por correrme, ella me susurro al oído:

Daniela: quiero que te vengas adentro, quiero sentir tu leche caliente, pero no me saques el dedo del culo se siente rico

Eso me puso aún más excitado y le dejé toda mi leche adentro, cuando acabamos casa uno se fue a su lugar para dormir, esa noche dormí muy rico pero al día siguiente no tenía idea de que pasaría.