Después de muchos días de no probar mis hembras - Relatos Eróticos

Después de muchos días de no probar mis hembras

Buenas noches, mis amigos, aquí estoy de nuevo con mis narraciones sobre mis preferencias con las hembras.

Este hermoso fin de semana estuve a mis anchas y con ganas de hacer todo lo que pudiera, en la mañana del sábado 17 de julio 2021 pasé por el galpón para recoger los huevos de las gallinas, la gran mayoría ya había desovado y darles alimento, son dos meses que nada de nada y las ganas que tenía eran bastantes, les fui llenando los comederos y éstas comenzaron a picotear, como el que no quiere la cosa a algunas les metía el dedo en la cloaca sintiendo ese calor tan rico y llegando a mi mente esos recuerdos de mi niñez, me dieron muchas ganas de clavar unas cuantas así que agarré una negra, saque la verga y alcancé a meterle la cabeza cuando en esas llegó una visita y me tocó suspender mi faena.

Ese resto día pasé recorriendo la finca hasta la tarde, cené vi la televisión un rato, luego la apagué y salí de mi cuarto hasta los corrales donde estaban los animales, ahora el dilema era decidirme por cual, a las gallinas no se les puede clavar toda la verga; descartadas, las becerras aún están pequeñas y los grandes son machos, descartadas, las ovejas no están esquiladas y tienen excremento pegado a la lana, descartadas, las cerdas no están en celo y bien pueden molestar, pero se dejan clavar, así que me decidí por ellas pero antes de mi encuentro me froté RINO en la verga para prolongar la eyaculación, esperé un rato y me metí al corral, me puse a hurgar entre sus piernas y algunas roncaban duro e intentaban trompear, hasta que dos de ellas simplemente se quedaban quietas, son muy mansitas y de muy buen tamaño porque han parido varias crías, por eso tienen una gran vulva, jugosa suave y amplia, una vez adentro del corral les puse comida a las dos, me quité los pantalones y ropa interior, seleccioné a la primera que es de color negro, me ubiqué bien en sus caderas para penetrarla, busqué la entrada acomodé mi verga la sujeté por los lados e inicié a penetrarla sin tanto esfuerzo, que rico porque ella también empujaba hacia atrás, roncaba suave y prolongado, que ricas las contracciones que tenía, estaba calientica y esa suavidad única en las cerdas me llevó a las nubes, inicié a culearme esa cerda muy rápido por varios minutos, luego me pasé a la cochera de enseguida para clavar la otra que es blanca, igualmente me le ubiqué en su ancas acomodé la verga en su vulva, aunque un poco más estrecha se dejó, al sentir que ya le tenía la cabeza de la verga metida, la tome bien y poco a poco se la enterré hasta los testículos, roncaba suave y largo, así que inicie a culearme esa cerda, le metía con bastante fuerza y acelerado, duré bastante rato dándole por esa chocha a las dos cerdas e intercambiándolas, yo estaba muy excitado , cuando estaba clavando a la negra inicié a sentir que iba a botar todo lo que tenía me le aferré con todas mis fuerzas y se lo metí hasta donde más pude, sentí el primer chorro prolongado, otro y otro le llené de leche su ...