1. Perdiendo la Inocencia


    Fecha: 22/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Linda, Fuente: TodoRelatos

    Era de mediodía cuando mi madre me avisó que teníamos que recoger la casa porque en la noche venían a cenar. GENIAL. Teníamos reunión familiar. Venían mis tías, mis tíos, mis primos, mis primas, la familia reunida después de tanto tiempo.
    
    Siento si no estaba emocionada por verlos a todos, pero es que llevábamos como 3 años sin verlos y yo apenas tenía trato con ninguno de ellos, menos con uno de mis tíos. El tío Lalo, que siempre que podía venía a visitarnos, pero últimamente su mirada hacia mí había cambiado, me sentía incómoda. Pensé que serían cosas mías. Total, acabo de hacer los 18 años, me queda mucho que aprender.
    
    Siempre ha sido la inocente de la familia, me tenían demasiado cuidada, como en una burbuja, y no sabía mucho más allá de lo que mis padres me habían contado. Sexualmente hablando… solo sé lo típico, cuando las personas se casan hacen el amor para tener hijos y ya. Mis padres eran bastante tradicionales y no les gustaba mucho hablar de este tema, era(es) un tema bastante tabú. Aun así, a mis 18 años seguía sin saber mucho. Tampoco me preocupe por buscar información fuera de casa. Yo confiaba en mis padres y jamás les juzgué.
    
    Así pasó, que mi tío aprovecho esa inocencia, pero, por una parte, me gustó.
    
    Había llegado la noche y los invitados empezaron a caer como moscas.
    
    Yo iba a mi ritmo, no tenía prisas por bajar a saludar a nadie, total para mí era comer, escuchar cuatro cuentos y volver a mi habitación. Nunca fui muy sociable con la familia, siempre fui la más cerrada.
    
    La gente empezó a llegar sobre las 20:00 de la noche, la cena no iba a servirse hasta casi las 22:00, y como aún había tiempo, decidí pegarme una ducha. Nunca cierro la puerta del baño, total nunca entran cuando estoy yo ahí, pero ese día estaba equivocada, alguien iba a entrar y se iba a aprovechar de esa inocencia.
    
    Al acabar la ducha, me saqué con una toalla y me coloqué mi tanga de hilo. El resto de mi cuerpo quedó desnudo ante cualquier tipo de ojos.
    
    Comencé a echarme crema en las piernas, sin darme cuenta de que alguien ya estaba mirándome. No era consciente de que últimamente me habían crecido mucho más los pechos, no eran enormes, tenía una talla 95, pero eran bonitos, redonditos y en su sitio. Comencé a aplicarme crema en mis tetas, se sentía tan raro, sentía como un pequeño cosquilleo y mis pezones comenzaron a ponerse duros, y me gustaba, miré al espejo, miraba cómo reaccionaban ante mi masaje, y fue en ese preciso momento cuando me percaté de que mi tío Lalo estaba muy atento en mi cuerpo. Sus manos estaban apretando su polla. Su dura polla. Su bulto no pasaba desapercibido, era bastante notorio.
    
    Me asusto. No sabía que estaba ahí. Cogí una toalla de inmediato y me tapé cómo puede.
    
    + ¡Tío Lalo! ¿Qué haces aquí?Dije inocentemente y bastante avergonzada porque estaba mirando
    
    -Hola princesa, pues que yo también estoy invitado a la cena. - dijo burlón
    
    +Ay, tío… ¿Me refiero que haces aquí arriba…?
    
    -Quería ver a mi ...
«1234»