Carne negra en mi cola blanca. - Relatos Eróticos

Carne negra en mi cola blanca.

Soy una trans madura, cincuentona, pechos y cola grandes, voluluptosa, exhuberante, medidas 120-70-120, alta, pelo largo enrulado, no paso desapercibida con los hombres, el pasado domingo estaba aburrida y fuí a una feria callejera a pasear un rato, siempre me gustó vestirme provocativa, me puse unas calzas blancas que marcaba mucho mis muslos gruesos y mi cola grande, una camperita al cuerpo abierta y una remera escotada y apretada que mostraba mis grandes pechos de pezones gruezos, maquillaje cargado y mucho perfume, caminaba sintiendo las miradas morbozas y escuchando los elogios de algunos hombres cuando ví a un joven africano que vendía relojes y bijouterie, me miraba fijamente recorriendo mi cuerpo con mirada lujuriosa, un bulto gigante marcaba su pantalón ajustado,…hola, ves algo que te guste mami?…me preguntó sonriendo,…hola, de dónde sos?…le pregunté,…Senegal…respondió, tendria como mucho unos 30 años, alto, cuerpo delgado y fibroso, me hablaba mirando mis pechos casi desnudos,…te gustan bebé?…pregunté sonriendo maliciosamente,…mucho mami…respondió sin sacar su mirada fija de mi escote deliberadamente abierto,…si te gusta algo de lo que ves en el depósito te puedo seguir mostrando…dijo insinuando una invitación, su bulto marcado era impresionante, se notaba que su pija era muy grande y gruesa, le sonreí y le dije…vamos…, llamó a otro joven, igualmente sexy, hablaron rápidamente en su idioma y se rieron, adiviné su charla libidinosa y explícita, agarró un manojo de llaves de la mesita y nos fuimos, el depósito estaba a unas cuadras, abrió la puertita de la cortina metálica y cuando me agaché para entrar sentí su mano tocando mi cola, el lugar estaba en penumbras, habia una meza, sillas, y algunos colchones en el piso,…que linda mami…dijo tocando mis tetas, yo toqué su bulto descomunal…que linda pija bebé…respondí, nos besamos descontroladamente, él manoseaba mi culo con sus dos manos y yo manoseaba su pija por arriba del pantalón sintiendo su dureza, sus besos de lengua bajaron por mi cuello hasta mis tetas de pezones excitados y parados, nuestros gemidos calientes estallaban en el silencio, la oscuridad y la soledad del lugar, desprendí su pantalón y bajé su cierre con manos expertas, su descomunal pija salió de golpe en todo su explendor, dura, parada, larga y gruesa, su boca y lengua recorrían mis tetas desnudas y sus manos bajaron mis calzas manoseando mi culo,.. mami, mami…gemía él, yo me arrodillé, totalmente caliente y excitada, empecé a chupar y lamer su pija inmensa con maestría y experiencia, en ritmos por momentos suaves y por momentos con ardiente desesperación, devorando cada centímetro de su carne increible, sus gemidos y quejidos eran casi gritos,…mami mami mami…repetía, yo me esmeraba con mi boca experta, me acosté en el colchón, giré y paré mi culo exhuberante, él abrió mis muslos gruesos y mojados de transpiración y deseo y empezó a lamer mi agujero abierto, dilatándolo y preparándolo para su pija gigante,…cojéme bebé ...