1. Azhar


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy una mujer de 49 años, y vivo en un país del golfo pérsico, y esta es mi historia.
    
    Yo nací en Europa, mi madre, una joven guapa, de ojos azules y pelo rojizo, tonteaba con un muchacho de su pueblo, las tonterías y caricias del que creía su amor y la dejo embarazada con 15 años. A mi padre no lo conocí, cuando supo que mi madre estaba embarazada, desapareció. Para sus padres era una deshonra y tras dar a luz, la mandaron a la capital dándole un dinero para que pudiese vivir durante un tiempo, mientras no encontraba trabajo.
    
    Alquilo un cuarto, donde poder cobijarnos, pidió trabajo en todas las puertas, trabajaba en lo que fuese, fregando escaleras, limpiando casas, en el mercado, en bares como camarera o pinche de cocina, céntimo que entraba en su bolsillo céntimo que ahorraba para estudiar, siempre estaba cargando con migo, ya que no le alcanzaba el dinero para pagar una guardería donde dejarme mientras trabajaba. Mi alimentación lo solucionaba con lo que conseguía de las propinas y de los comedores sociales.
    
    Con mucho esfuerzo y sacrificio, consiguió, entrar en un Hotel de lujo en la capital, allí empezó como ayudante de cocina, después la ascendieron a camarera de planta y tras ocho años en el hotel fue ascendida a recepcionista, minuto que tenia libre, me lo dedicaba a mí, había conseguido que pudiese entrar en un colegio público, ya no vivíamos en el cuartucho que había alquilado, consiguió un pequeño apartamento de dos dormitorios con un comedor y baño, la cocina casi no la utilizábamos, ya que ella comía en el hotel y yo en el colegio o en comedores sociales, por las noches, me contaba historias inventadas de las personas que llegaban al hotel, de millonarios con sus grandes coches, de políticos, artistas, de señores de negocios de China o de países muy lejanos que llegaban con su sequito y le daban buenas propinas.
    
    Un día me dijo que había llegado al hotel un señor muy rico de un país donde tienen mucho petróleo, y que iba vestido con unas túnicas muy bonitas y un pañuelo en la cabeza, que era muy guapo como si fuese un príncipe de los cuentos de Las Mil y una Noche. Y que al marcharse le dio una propina para ella sola de 500€, esa cantidad era la mitad de su sueldo, con ese dinero me compro unos vestidos y unos zapatos nuevos. El domingo que descansaba me llevo al parque a lucir mi vestido nuevo, nos divertimos mucho. Por aquel entonces yo ya tenía 7 años.
    
    Habían transcurrido, dos años desde que me había comprado aquel vestido y un día, me trajo un nuevo vestido y un abrigo, le pregunte como había podido comprarme esa ropa, ya que el dinero que teníamos no era muy abundante que digamos, y me dijo:
    
    - Te acuerdas de aquel señor que hace dos años vino, que era de un país árabe?
    
    - Si, mamá, que te dio una propina y con ella me compraste el vestido y los zapatos.
    
    - Pues ha vuelto, y cuando me vio en el hotel, me saludo muy atentamente, le di la suite, como la vez anterior, y al cabo de un rato de subir a su ...
«123»