La puta del perro del vecino - Relatos Eróticos

La puta del perro del vecino

Todo empezó cuando me cambie a ese apartamento, en realidad era muy modesto ya que yo no tenia recursos, pero si tenia unas enormes ganas de independizarme de mis papas.

Asi que para mi buena suerte pude encontrar ese departamentito a muy buen precio.

El dueño era muy amable y a cambio de cobrarme una renta baja me pedía que le cuidara a su perro en las noches en que el se tenia que ir a trabajar de velador a una colonia cerca.

Una vez regrese luego de una pequeña reunión con unas amigas y ya me sentía algo mareada debido a las copas que me tome, además me sentía super caliente ya que, al irme a dejar a mi casa, una de mis amigas se entretuvo conmigo besándome, acariciándome las bubis y metiéndome mano bajo la falda, esto duro hasta que llegamos a mi casa. Me despedí y me metí a mi casa, ya el dueño había dejado al perro en el patiecito, abrí la puerta y le puse agua en su palto y le tiré algo de comer.

Yo me dispuse a darme una tocadita antes de dormir, asi que me desnudé, me recosté en la cama y me empecé a tocar el sexo y acariciarme los pezones. Sentí como mi amiga me había puesto de mojada, asi que suspirando me di gusto metiéndome los dedos.

Asi me quedé dormida sin darme cuenta, hasta que me despertó un ruido medio raro, abrí los ojos y me sorprendí al ver que el enorme perro me lamia el sexo, asi debía yo haber estado que hasta el perro se dio cuenta de lo excitada que estaba.

Yo todavía estaba medio adormilada, con mucho sueño, asi que empuje al perro y le dije que se largara, que quería seguir durmiendo. El se hizo juey como que se iba, pero regresó por más, y asi le hice unas tres veces hasta que la ultima sentí como se me paraba el clítoris y se me podía muy duro, en ese momento me di cuenta de lo excitada que estaba, y mas que sorprendida de que el perro fuera el causante.

Asi que sin poner mas resistencia me abrí de piernas y le ofrecí mi sexo como una verdadera puta en celo. El perro agradecido me siguió lamiendo haciéndome un trabajo de primera.

De repente, cual seria mi sorpresa al ver al enorme perro con su enorme verga toda parada, en ese momento supe que la ya tenia ganas de coger también.

Sin saber bien lo que hacía, solo se me ocurrió ponerme en cuatro y para el culo ofreciéndole mi sexo a ese perro.

Cual seria mi sorpresa, que apenas me puse en cuatro, el enorme animal se tipo a la cama y me monto de un salto y sin decir agua va me metió toda su enorme verga en el sexo.

Ahhhhh suspire de emoción, de lujuria, de deseo prohibido. Nunca me hubiera imaginado que asi de fácil me hubiera entregado a ese semental hermoso, jamás lo hubiera creado si alguien me hubiera contado una historia asi

El caso es que me le entregue como una verdadera puta y me hizo suya las veces que quiso, yo me mojaba a chorros, esa enorme verga tenia una magia y un poder desconocido para mí.

Me sentí la mas puta de las putas y eso…me encanto ufff.

Sin querer, ya para cuando me di cuenta, ya era la puta del perro ...