Mi morbo, provocar y que me follen VI - Relatos Eróticos

Mi morbo, provocar y que me follen VI

... vale?

- ok, ok, si necesitas algo me avisas.

- está bien.

Yo dejé la puerta entre abierta, disimuladamente veía como se desnudaba, Pep era un hombre apuesto y ahora viéndolo desnudo todavía más, tenía una buena verga colgando entre unas bolas oscuras y peludas, su trasero gordo y con vello también parecía exquisito, lo vi como se metía en la ducha, mi tanguita iba a estallar de la erección que tenía, estaba loco por qué algo sucediera y pudiera tener sexo con aquel hombre, entonces lo oí gritar.....

- Pedroooo....chavalllll....que no tienes gel ni nada?

- uhisssss perdona ( las puertas del cielo me habían escuchado). Se acabó, ahora te acerco uno nuevo.

- ahhhh ok, puedes pasar.

Entre, abrí un armario, la mampara dibujaba un cuerpo espectacular tras de ella, cogí un bote de gel, y lo acerque. Lo vi estirar un brazo abriendo un hueco en la mampara, le acerque la botella a la mano y cuando la agarró la volvió a esconder, vi a través del cristal como se enjabonaba, como acariciaba su cuerpo , yo me sobaba la polla mirándolo.....

- todavía estás ahí Pedro???

- si, estoy aquí, te importa??

- jajaja, me verás pero no me cataras chavalín.

- tú estás seguro?

- claramente......

- y si entro ahí ahora mismo, te morreo, te sobo, me arrodilló y te pego una buena mamada????

No escuché nada, solo el agua caer, el silencio fue absoluto, era mi oportunidad, abrí la mampara, me descalce y sin quitarme la tanguita me metí dentro. Pep se quedó petrificado mirándome, yo no perdí el tiempo, me arrime a él, el agua empezó a caer sobre mi cuerpo, me alze de puntillas y agarrándolo por el cuello junte mis labios a los suyos, empecé a saborearlos, al principio el se negaba, pero poco a poco entro en mi juego, mis manos ya acariciaban su cuerpo, su espalda, sus pechos, mi boca penetro en la suya, nuestras lenguas ya se peleaban juntas en profundos morreos, Pep besaba muy bien, me comía literalmente la boca, sentía el sabor a la cerveza que acababa de tomarse, su saliva se mezclaba con la mía y sus manos empezaron a cobrar movimiento.

El cartero había despertado en todos los sentidos, su actitud era activa ya y su polla estaba dura y tiesa como un tronco, la agarre con una de mis manos empecé a masturbarlo mientras seguía morreandolo, comiéndole el cuello y las orejas, me incliné para succionar sus pezones, lamerselos, mordisquearlos con tacto, Pep se retorcía, empezó a jadear y suspirar con cada lameton mío, sus manos se agarraron a mis nalguitas y las amasaba literalmente, mi tanguita estaba mojado , mi polla muy dura bajo de ella, fui escurriendome besando su vientre sin dejar de masturbarlo, por fin llegue a la altura de su pollón, gordo, oscuro, peludo, con unos huevos enormes que en ese momento me puse a masajear, mi boca busco su glande , lo bese, lo relami y Pep se retorcio suspirando con fuerza y agarrando mi cabeza, apoyo su espalda en la pared y empecé a comerme aquel pedazo de pollón que sin duda pedía una buena ...