Andrea 1 - Relatos Eróticos

Andrea 1

Mi nombre literario es Andrea. Vivo en España, tengo hoy menos de 50 y mas de 18. No estoy casada, pero tengo una hija y un hijo fruto de una relación de 5 años que ya se acabo. Soy morena, tengo una figura mas que aceptable, nada mas. No soy Scarlett Johansson, tampoco Natalie Portman, lo digo por el tipo de mujer rompedora y el de niña guapa, en realidad soy esa vecina que gusta tanto.

Desde muy jovencita aprendí que el sexo era maravilloso, primero tocándome, claro, como todo el mundo, mas tarde dejando que me tocaran y finalmente con mis primeras experiencias plenas, primero con chicos de mi edad claro, aunque descubrí que gustaba a hombres maduros, mayores, algo que supongo es normal también. Quiza mi sexualidad no reprimida en absoluto no sea tan normal, pero eso es algo que guardo para mi, para algunos seré una puta, para otros alguien que vive sus experiencias libremente, no me importa lo primero ni me interesa la opinión de lo segundo.

Mis primeras experiencias plenas fueron poco satisfactorias, con chicos de mi edad que no tenían experiencia suficiente, y eso también nos ha pasado a la mayoría, aunque la primera relación sexual plena no fue con un chico, sino con una mujer, y desde entonces me considero bisexual. Quizá fui muy promiscua. El tema de la sumisión si es algo mas reciente, que experimente con creciente fascinación. Una sumisión sencilla, de entrega, sin sadismo ni castigos especialmente duros, solo de complacer los caprichos de alguien. Es increíble como sentirse humillada, usada, puede proporcionar tanto placer intimo, tanto a la que se entrega, como a quien te usa.

Para mi primer relato elegí esta ultima temática, donde hay imaginación y realidad a partes iguales. Pensé en escribir sobre mi primera vez con una mujer o con un chico, pero entonces yo era menor y quizá viole las normas, ademas de afectar al gusto de algún lector.

Estamos en el mes de diciembre, no importa el año, tengo 21 años. Estudio en una ciudad universitaria española, la carrera no importa. Vivo con una tía, hermana de mi madre, que es viuda, y me viene bien para no pagar alquiler. No tengo relación con nadie en ese momento, aunque si candidatos (y candidatas), ahora mismo prefiero centrarme en mis estudios.

Mi tia tiene 62 años. Es guapa, para su edad, y sabe divertirse. Nos llevamos bien, nunca hablamos de con quien salimos o dejamos de salir, ni de nuestros deseos sexuales, claro.

Todo empezó un día que llegue a la casa, una casa de dos plantas situada en una zona residencial a las afueras. Llegue antes de lo habitual, me dolía la cabeza y decidí saltarme unas clases, y ademas tenia que preparar un trabajo. Rechace la invitación de unas amigas para comer, a pesar de que en el grupo estaba un chico que me parecía atractivo, si lo comparo con el resto del ganado disponible. No había nadie, imagine que mi tía había salido a la compra o a pasear. Subí a mi habitación, me quite la falda y el suéter, y entonces escuche ruidos, y eran ...