Y Deyanira empieza a ser sumisa. - Relatos Eróticos

Y Deyanira empieza a ser sumisa.

Y DEYANIRA EMPIEZA A SER SUMISA.

Deyanira salio de su casa camino del trabajo.

Como agente de ventas habia quedado con un futuro cliente, y no deseaba llegar tarde, solo llevaba dos años en la agencia inmobiliara y esta era una de las operaciones mas importantes del año, nada menos que todo un edificio, si todo salia bien se llevaria una buena comision.

Deyanira no comprendia como la habian elegido a ella. Era buena vendedora y lo sabia, pero no tanto para una transaccion que superaba las siete cifras.

Ademas nunca lo habia tenido facil en la vida. Mujer y negra, en un pais mayoritariamente blanco. Solo la habian contratado por la subvencion que daba el gobierno para las minorias.

Habia llegado desde colombia con 15 años junto a sus padres, buscando una vida mejor, y con mucha esfuerzo y estudio, tras sufrir burlas y humillaciones por el color de su piel, habia llegado a tener un buen trabajo.

Deyanira se habia preparado para la reunion. Con 26 años era una mujer muy guapa. 170cms. de altura, 58 kgs., pelo moreno y liso hasta la cintura; que para trabajar se lo recogia en un moño, piel negra; clara como el chocolate con leche, ojos grandes y formas femeninas.

Como la mayoria de las mujeres negras poseia un gran culo y unas tetas de tamaño generoso, de una talla 100D.

Deyanira solia vestir de forma muy femenina, sabia que eso ayudaba en las ventas, sobre todo si eran hombres, pero tambien con algunas mujeres; y con cara inocente, se dejaba gustar, sin llegar nunca mas lejos.

No es que estuviera casada, pero era como toda su familia, una mujer muy devota a su religion, y creia firmemente que solo un hombre podia poseerla y solamente tras el sacramento del matrimonio.

Para la ocasion habia elegido una falda negra a medio muslo, blusa blanca y una chaqueta blazer roja.

Se habia mirado al espejo y para destacar un poco mas su escote, desabrocho un boton mas de su blusa, dejando ver un poco de su sujetador de color turquesa, a juego con sus braguitas.

Deyanira se subio a su coche de empresa, y se dirigio al edificio. En la puerta le estaba ya esperando el futuro comprador.

Deyanira se asusto porque creia haber llegado tarde. Miro el reloj de la consola de su coche, faltaban cinco minutos para las nueve. El comprador habia llegado demasiado pronto.

Deyanira se bajo del coche y se dirigio hacia el comprador con las llaves del edificio en la mano.

-Llegas tarde.

Le dijo el comprador nada mas verla.

-Habiamos quedado a las nueve.

Respondio Deyanira.

-Cuando uno queda a una hora predeterminada lo normal es estar en el lugar media hora antes. Pero no se puede esperar mucho de una persona con tu color de piel.

Deyanira no respondio al insulto.

-Me llamo Deyanira, y soy la encargada de mostrarle el edificio.

-Yo soy el Señor Medos. Espero que sepas hacer tu trabajo como una profesional. No me gusta perder el tiempo y menos con personas como tu.

Deyanira se fijo en el Señor Medos, que debia ...