La Bambola (O muñequita) - Relatos Eróticos

La Bambola (O muñequita)

Yo había visto muchas veces la película y te había hablado de ella, pues la protagonista se parecía mucho físicamente a ti. También era muy romántica y muy puta.

Era una película italiana erótica con un argumento muy típico, pero la presencia de la protagonista y las escenas calientes y llenas de erotismos y brutalidad, la hacían muy especial para nosotros.

«La bambola» (o Muñeca en español), así se llamaba la película y contaba con la actuación, entre otros, de Kerstin Anita Marianne Ekberg, conocida como Anita Ekberg (Malmo, Suecia, 1931 – Roma, 2015) quien comenzó su actividad artística participando como modelo gracias a su espectacular belleza nórdica. A instancias de su madre se presentó a diferentes concursos de belleza llegando a ser finalista de miss Universo

Bueno, en concreto, cuando llegaste, te dije al pasar al lado tuyo que deje puesta en el grabador de VHS la película en la parte donde el sádico amor de la bambola salía de la cárcel y la perseguía hasta penetrarla analmente….

Te dije cuando llegaste. “tengo una sorpresa para ti puesta en el video reproductor», ve a verla y no te demores en volver.

Volviste. Tus ojos brillaban. Tu sonrisa suplicaba piedad. Tu vulva se observaba hinchada a través de tus blue jeans ajustados. Nuestras miradas solamente hablaban. Te tome en mis brazo, te bese apasionadamente y empecé a deslizar mi dedo por la ranura que se formaba en tu pantalón de tus labios vaginales abiertos en ellos. Cuando sentí tu humedad a través de la tela y tus estertores agónicos silenciosos, me hablaban de tus orgasmos de rápida llegada y violenta ejecución, te di vuelta, te baje los blue jeans, toque y masajee tus duras, blancas y sensuales nalgas, las abrí suavemente mirando y besando con mi lengua suavemente tu rosadito hoyito de tu culo obsceno de caliente, le puse algo de saliva y me puse de pie. Introduje mi glande en él. Se contrajo levemente. Te indique que pujaras suavemente para abrirlo un poco y te metí toda mi cabezón completo y tu cerraste tus ojos y te dejaste llevar por tus orgasmo eterno. Inmediatamente al primer temblor de tu culo orgásmico, te metí toda mi verga hasta el fondo de él, para hacerte llegar a la cúspide del placer a través de tus innumerables orgasmos anales que te provocaba mi verga dentro de ese hoyito travieso que tenías.

Si, gozaste como puta, como la puta que fuiste, eres y serás….para unos pocos, para los afortunados que te hemos poseido.Si, eres la puta más puta de todas. Y ese es tu orgullo….y el mío también.

PD: Algún tiempo después me dijiste que con tu amiga comentaban, que era una pena que no hubiesen anguilas para comprar…y te di la razón.