1. Tino, mi perverso vecino, me rompe el culo en su casa.


    Fecha: 09/06/2019, Categorías: Gays Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... separándose de mí a la vez que apretaba con sus manos los cachetes de mi ardiente culito, mientras él se sacaba la bata, quedando en pelotas al igual que me había dejado a mí.
    
    Me agaché para sacar los zapatos y terminar de sacarme el pantalón y slip, y mientras estaba así inclinado, me pegó unas palmadas en el culo, diciéndome lo sexi y bonito que se me veía.
    
    ¡Ay maricón que caliente me pones! Con lo sexi y bonito que se te ve este culito, me decía dándome unas palmadas en él.
    
    Anda maricón, ven para aquí, me decía sujetándome por mis estrechitas caderas, llevándome hacia la mesa para que apoyara las manos sobre ella.
    
    Me hizo poner las manos y parte del pecho sobre la mesa, dejándome inclinado listo para ser enculado. Me hizo luego abrir las piernas, quedando mi rosadito y caliente agujerito, totalmente expuesto a él. Se agachó a la vez que me abría más de piernas y separaba los cachetes de mi culito. Noté como acercaba su boca a mi ojete, empezando a pasar la punta de su larga lengua, por la entrada a mi agujerito, haciéndome dar un suspiro a la vez que me estremecía.
    
    ¡Ohhh ooohhh! Suspiré a la vez que me estremecía soltando un ligero gemido, al notar como la punta de su larga lengua recorría el contorno de mi caliente agujerito.
    
    Te gusta, ¿eh? Decía pasando la punta de su lengua por el contorno de mi caliente y rosadito agujerito.
    
    Este culito tan sexi que tienes me vuelve loco, decía mordiendo ahora los cachetes, haciendo que gimiera de nuevo al sentir como mordía mi culito.
    
    Siguió hurgando con su lengua en mi agujerito, mientras abría mis cachetes con sus manos. Me gusta lo limpito y lampiño que tienes el culito, no tienes ni un solo pelito y veo que te has lavado bien, me gusta el olor que desprendes, maricón, eres toda una nenita, me decía sin dejar de mordisquear los cachetes de mi ardiente culito y como hurgaba con su lengua en mi esfínter.
    
    Después de un buen rato lamiendo mi caliente y desesperado culito, empezó a presionar con un dedo en mi rosadita flor, haciendo que esta se fuese abriendo, dejando paso a aquel dedo que presionaba. Metió el dedo por completo en mi ardiente culito, haciendo que mi esfínter se dilatase, mientras yo daba un gemido al notar como entraba su dedo en mi culo.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemí al notar como su dedo abría mi esfínter introduciéndose en el interior de mi culo.
    
    Tranquilo maricón, tranquilo, relájate y disfruta que tan solo es mi dedo. Vamos a preparar tu agujerito para que puedas recibir esta tranca que te va a hacer disfrutar, ya verás cómo luego chillas como toda una nenita y te hago gozar con ella dentro de este lindo y sexi culito que tienes, decía doblando su dedo en mi interior, haciendo que mi agujerito se fuese dilatando y se abriera más.
    
    Después de meter y sacar su dedo presionando el interior de las paredes de mi culo, varias veces, empezó a meter un segundo dedo, haciendo que el agujero de mi culo se expandiera y abriera más.
    
    Yo gemía cada vez más, notando como ...
«1...345...»