1. El restaurante del Sr. Leo


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... las bragas quedando como única prenda los sujetadores y mostrando mi vello púbico a lo que mi marido intervino proponiéndome el afeitármelo, yo accedí y mi marido indicó a Fabián que fuese a buscar espuma y hoja de afeitar.
    
    Mari me indicó que me lo afeitara Fabián pues era él el que se lo afeitaba a ella y no disgustándome la idea cuando volvió Fabián le dije que fuera él con la condición de que también se desnudara, él vaciló un momento pero el Sr. Leo se lo ordenó y empezó a quitarse el uniforme, yo estaba sentada encima de la mesa delante de él, cuando se quitó el pantalón noté un gran bulto debajo de su slip, dudó al quitárselo pero mirándome a los ojos entendió que lo que yo quería ver era su gran herramienta que aún flácida aquel pedazo de carne era el doble de grande que la de mi marido cuando estaba erecta.
    
    Yo estaba un poco tensa pero intenté relajarme para disfrutar del momento, Fabián agitó el bote de espuma, la roció en mi pubis y empezó a rasurarme mientras los demás iban observando, cuando terminó por delante me pusieron a cuatro patas para rasurarme el culo cuando pude observar que Mari no perdía el tiempo y se estaba trabajando a mi marido que tenia los pantalones y el slip bajados y Mari de cuclillas le estaba haciendo una soberana mamada y a mi me excitó.
    
    Cuando Fabián terminó de rasurarme me di la vuelta y al volver a sentarme encima de la mesa pude ver que todos los hombres ya se habían desnudado completamente y con mis piernas abiertas uno a uno fueron pasando su mano de abajo arriba para comprobar la suavidad de mi pubis y eso hizo que mi coño se mojara completamente provocase mi primer orgasmo. Entonces entre todos me cogieron y me llevaron a la alfombra y Mari que ya había terminado con mi marido se unió a nosotros.
    
    El Sr. Leo propuso una competición entre nosotras, en los dos sofás que habían en salón se sentarían tres hombres en cada uno y a ver cual de nosotras hacia correrse antes a los tres, mientras mi marido observaba yo empecé a mamarserla al primero, Fabián que se puso detrás mío comenzó a acariciarme los pechos sacándomelos por encima del sujetador y con gran maestría jugando con los pezones y al girarme vi como Mari dominaba muy bien a sus tres hombres, mamándosela al del medio y pajeando a los otros dos uno con cada mano y entonces yo decidí hacer lo mismo, mientras Fabián no se contentó con mis pechos y bajando una mano comenzó a jugar con mi clítoris y con la otra mano jugaba con el clítoris de Mari y así llegué a mi segundo orgasmo mientras los hombres se corrían uno a uno en nuestras caras. No hubo perdedores pues ganamos todos.
    
    Hicimos un pequeño descanso, estábamos ya todos desnudos y sudorosos, yo tenia mas hambre de sexo. El Sr. Leo nos sugirió subir al primer piso donde en un ala de la casa tenia un pequeño gimnasio con un jacuzzi, Entre risas y magreos fuimos subiendo las escaleras. Fue sorprendente ver aquella piscina redonda, de unos tres metros de circunferencia, de agua cristalina y ...