1. Fóllame tierno-Zafios pensamientos del Sr. Moon


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Zorro Blanco, Fuente: TodoRelatos

    El Sr. Moon era un granjero clásico, sombrero ancho, panza generosa y bonachón. Atrás quedaron sus años de mozalbete, cuando las féminas buscaban su hombría pues, siempre fue un chico guapo y fornido por el trabajo en el campo.
    
    Conoce a la Sra. Moon en el instituto, con ella comenzó los primeros juegos sexuales, avanzó en el conocimiento del placer supremo hasta que se casó y tuvo dos hijos, una chica, Madelin, quien había heredado el carácter de su padre y un chico, quien había heredado el carácter del madre.
    
    Pero ahora ya, habiendo pasado de las cincuenta primaveras, su virilidad ya no era lo que fue, ni su mujer la hembra que una vez conoció.
    
    –Nos hemos vuelto viejos –le decía a ella.
    
    –¡Viejo lo serás tú! –le replicaba a él.
    
    Eran más los reproches que los halagos, aunque por dentro a cada uno no se le pasase por la cabeza la idea de vivir lejos del otro, no se odiaban pero tampoco se amaban. Se toleraban, habían aprendido a vivir juntos por sus hijos y de vez en cuando tenían un encuentro caliente, más bien de tarde en tarde, para rememorar viejos tiempos y quitarse las ganas, pues no solo de pan vive el hombre ni la mujer.
    
    Puede parecer una vida muy triste, pero quien pasa por esa etapa lo sabe. La vida son sólo etapas y te crees que tú no pasarás por eso, pero créeme, ¡lo harás!
    
    El Sr. Moon se había especializado en el cultivo del maíz y la soja, y su hijo le ayudaba a llevar el trabajo de la granja, que aunque mecanizada era mucho solo para dos, por lo que de vez en cuando contrataban a jornaleros del pueblo o que iban de paso, aprovechando las campañas de siembra, abonado, sulfatado o recogida de cultivos.
    
    Últimamente podríamos decir que el Sr. Moon había vuelto a sus inicios sexuales. Pues pasaba de esperar a que su mujer se calentara lo suficiente para desear un encuentro ardiente con su macho, así que había vuelto a sus inicios pero, ¿cuáles eran estos?
    
    Pues aunque hoy en día mucha gente piense que son leyendas urbanas, en aquellos tiempos en los pueblos pequeños como aquel, los mozos se desfogaban con lo que tenían a mano. Y el Sr. Moon perdió su virginidad con una mula, que por si alguien no lo sabe, es un cruce entre yegua y burro. Estas bestias son mansas aunque estériles, de ahí que el Sr. Moon en su juventud pudiese desfogarse con una de pelo blanco que tenía su padre y que le ayudaba en las tareas del campo.
    
    Ya sé que para muchos esto será un acto odioso, para otros será pecado, pero la naturaleza manda muchas veces sobre la cabeza y los que lo repudian nunca se vieron en esas.
    
    De modo que aquella mañana, el Sr. Moon estaba a lo suyo, cuando casi fue sorprendido en el establo por dos chicas curiosas, su hija y su amiga, de modo que se ocultó justo a tiempo de ser sorprendido con la polla dentro de su amiga del mundo animal y así tuvo la ocasión de escuchar la caliente conversación de las amigas a propósito del apéndice del caballo y sus pensamientos íntimos acerca del sexo.
    
    Una vez que estas ...
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