Una cena muy especial III - Relatos Eróticos

Una cena muy especial III

Capitulo 3

Pasaron los días y mi novia planeaba según ella como conseguirlo, por mi parte en esa semana ya había ido 3 veces al motel con mi cuñada, en una de esas al entrar al cuarto ella sacó de su mochila de la escuela unos juguetes, traía lubricante, bolas anales y un dildo de baterías.

Daniela: la otra ves que me metiste la verga en el culo me gustó pero me dolió así que hoy usaremos lubricante, quiero que me metas las bolas mientras me coges por adelante. No tarde en desvestirla y lamerle toda su vagina, ella gemia de placer mientras le metía el vibrador al mismo tiempo que le lamía el clítoris, se puso en 4 y le puse lubricante no sin antes meterle la lengua en el culo y le fui metiendo las bolas anales, cuando entraron todas metí el vibrador a su máxima potencia en su vagina, ella ya explotaba de placer cuando le dije

Yo: ahora así como estás quiero que me la chupes

Daniela: mmm si metemela en la boca, quiero probar esa vergota otra ves, ella gemia y gritaba, yo estaba en el cielo, luego le saque el vibrador y se lo di para que lo chupara mientras le metía la verga así de perrito, le daba de nalgadas y movía las pelotas anales, cuando sentí que me venía le di más duro, ella soltó un chorro de fluidos vaginales e inmediatamente después yo le solté toda mi leche dentro

Daniela: es la primera ves que tengo un Squirt, no mames, mi novio jamás me cogió así!

Ella jadeaba y sudaba, yo caí a su lado y seguía metiendo mis dedos en su vagina, cuando en mi excitación le dije sin pensar

Yo: la Grace quiere hacer un trio, y pues me gustaría que fuera contigo, después de todo ya estamos cogiendo, y si lo hacemos los tres técnicamente no será infidelidad

Ella me miró pensativa, pero con morbo, y acepto hacer el trio, pero quería que siguiéramos el plan de mi novia para que no sospechara que ya nos estábamos acostándo

Daniela: la verdad si me gustaría, ya una ves tuve una experiencia lésbica con mi mejor amiga, nos pusimos muy pedas y ella como que se puso cachonda y una cosa llevo a la otra, acabamos bañándonos juntas con sus dedos en mi vagina y mis manos en sus pechos.

Escuchar su experiencia lésbica me hizo que se me parara de nuevo, ya teníamos un acuerdo.