1. La Putita


    Fecha: 23/05/2019, Categorías: Gays Autor: nibelungo72, Fuente: TodoRelatos

    Tengo el sueño muy ligero, cualquier cosa que pase a mi alrededor mientras duermo me despierta de seguida, con lo cual el simple roce de su mano en mi piel me hizo abrir los ojos. Él lo sabe, me conoce bien.
    
    Se que quiere y me preparo, noto como su mano va retirando la sábana que cubre mi cuerpo desnudo, le miro y veo la cara de lujuria que tantas veces me ha mostrado, se lo que me espera y se que no me va a gustar, pero se que le hace feliz y eso me hace feliz, saber que tengo una utilidad, una finalidad para darle sentido a la vida.
    
    Empieza a tocarme el culo, siempre empieza por ahí. Hurga mi ano que no está preparado, por supuesto no me lo va a lubricar al menos hasta que no llegue al tercer o cuarto dedo. Sabe que así el dolor será mayor y se que él lo disfrutará más. Me dejo. Giro la cabeza y le miro su polla, está flácida. Se que podría agarrarla y hacerle una buena mamada, pero no lo excitaría tanto como lo que me espera, me introduce un dedo, sabe que no me provocará ningún dolor ya tengo el ano bastante dilatado.
    
    Mi polla empieza a despertar. Nunca he entendido mi cuerpo, se lo que me espera y se que lo voy a pasar mal, se que me arrepentiré de lo que estoy pensando pero ahora mismo lo deseo, deseo que me haga daño, se que llegado el momento no lo voy a disfrutar, pero de esa manera lo haré feliz aunque eso signifique que yo he de gritar de dolor. Si, como he dicho se que me arrepentiré, creo que ya me arrepiento, pero lo deseo, deseo hacerle feliz y se que esta es la única forma. Sigue con el segundo dedo, empieza a molestar pero no duele.
    
    Recuerdo un día que no me apetecía y empecé a quejarme y gritar antes de que me doliera de verdad, se dio cuenta de seguida. No lo he vuelto a hacer, no soportaría volver a ver la cara de decepción que puso. Se que gritaré de dolor, que le suplicaré que pare y se que él no parará si no digo la palabra de seguridad porque se que me quiere y se preocupa por mi. Pienso en lo que voy a sufrir y la polla se me pone dura a reventar, no entiendo mi cuerpo, se lo que me espera y mi primera reacción es tener una fuerte erección, como si mi placer tuviera importancia en este contexto. Solo sirvo para darle placer y él lo sabe, por eso siempre llega más lejos en cada sesión.
    
    Me introduce el tercer dedo, empieza a doler, pero se hace soportable, no gritaré por esto. Mete su otra mano debajo de mi cuerpo y palpa mi polla, ya sabe que la tengo dura solo lo hace para confirmarlo, sonríe y yo le correspondo elevando mi culo para que tenga mejor acceso y pueda meter los dedos con más saña. Se que me arrepentiré de haberlo hecho, pero siempre lo hago, no entiendo mi cuerpo.
    
    Saca los tres dedos de mi ano y unta su mano en lubricante, la pone recta y me introduce cuatro dedos, sabe que estoy llegando a mi límite, lleva intentando meterme el puño desde hará unos cuatro días, aún no lo ha conseguido, empieza a doler intento moverme para de alguna manera soportar mejor el dolor, suelta mi polla y me agarra ...
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