1. Historias de un matrimonio cornudo (III)


    Fecha: 22/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: cuernosFelices, Fuente: CuentoRelatos

    ... ordenándome que me acostara boca arriba con mi cabeza en el borde de su cama, entonces dirigió su vergota a mi boca y empezó un mete - saca brutal mientras me pegaba en las tetas, yo sentía que me ahogaba porque sus huevos me tapaban la nariz, pero otra vez estaba mojándome como nunca por ese trato tan brutal, después de eso me ordenó que lo cabalgara como la puta zorra que era, ya sabía como le gustaba así que lo traté de hacer aún mas duro si podía, pero él estaba encantado y ni una vez se le salió la verga, no como a ti cornudito.
    
    Me tuvo mucho tiempo dándome de sentones en su tremenda reata, traté de aguantar lo más que pude aunque no fue mucho más que la otra vez, de nuevo me dijo que tenía que aprender a montar como la puta nalgas fáciles que era y me dio mis cachetadas; de ahí me dijo que ahora sí venía el plato fuerte, me incliné para ponerme en cuatro, pero me dijo que así no, que él lo haría distinto, entonces le dije que en mi bolsa traía lubricante que mi marido había comprado, él como que no escuchó pero fue por el mientras me decía que me acostara boca arriba y que me abriera de piernas, así lo esperé, en cuanto llegó me dijo que lo haría muy despacito al inicio para que me fuera acostumbrando, estaba nerviosa, porque pues si tenía un pito más grande que el tuyo.
    
    Entonces empezó a ponerme lubricante en mi colita, mientras que con un dedo me masajeaba la entrada de mi ano y con la otra mano me masturbaba, la verdad se sentía en el cielo, era mucha la excitación, sobre todo por la masturbación tan tremenda que me hacía, porque era despacio, acariciando mi interior, y eso que acababa de llegar a un orgasmo montada en él; poco a poco fue metiendo uno, dos y tres dedos en mi colita sin dejar de masturbarme, yo gemía y gemía mientras él me decía que me iba a gustar mucho, que lo iba a hacer con cuidado para que no me doliera; en cuanto saca sus dedos pone la entrada de su pene en mi colita, y empuja muy poco a poco.
    
    Gracias a que me puso bastante lubricante mientras metía sus dedos la verdad es que sentía como adormecido, no sentía casi nada aparte del tremendo placer que me daba con sus dedos en mi conchita; él me decía, así nena, así reina, poco a poco va entrando mi verga en tu culo, la única vez que me dolió fue cuando entró toda su cabeza, sentí como si me rompieran, como si se desgarrara algo dentro de mí, pero con la maestría de sus dedos en mi conchita la verdad es que ese dolor duró muy poquito, cuando lo notó Eder me dijo, ya verás, es lo más incómodo que sentirás, y se esperó hasta que otra vez gemía de placer.
    
    Entonces otra vez siguió metiendo pero muy poco a poco su verga, después de un rato que yo sentí eterno por los nervios y porque me sentía como tiesa e incómoda, me dijo, mira reina, ya sentiste mis huevos en tus nalgas? Ya tu culito se tragó toda mi verga, me voy a detener hasta que tu culo se acostumbre y después empezaré a cogerte poco a poco, y me besó (eso me puso súper celoso, pero estaba muy ocupado ...
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