1. Carnaval


    Fecha: 22/05/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que mantener el equilibrio pero lo conseguí enseguida.
    
    De repente me llamó Fernando. Le dije que esperara que a las mujeres nos cuesta mucho cambiarnos. Él se rió y yo pensé, me parece que poco te vas a reír luego.
    
    Elena tenía maquillaje a raudales, en aquella cómoda había de todo así que con tiento fui convirtiendo mi cara en la de una mujer. Siempre tuve cara de niña así que no me costó mucho, sólo esperaba que no me reconocieran. Quizás este maquillaje y la peluca que he comprado, sean suficiente. Me puse la peluca el peine y cambiando la voz grité, Fernando voy a salir.
    
    Cuando abrí la puerta me encontré a Fernando con la cámara de fotos preparada. Me sorprendió el flash pero él se sorprendió más cuando bajó la cámara.
    
    -¿Cómo me ves? Fernando, reacciona
    
    -Estás, joder estás... -¿Qué? Pero de dónde sales, quién eres. Quien voy a ser, pues tu amigo de toda la vida. Bueno ¿cómo me queda? Joder, estás mejor que muchas tías. Me acabas de dejar flipado. Empezamos a beber y a preparar el encuentro con nuestra pandilla. Decidimos qué íbamos a decir que yo me había ido de viaje y que mi nuevo yo, Victoria, había venido del pueblo de Fernando a pasar el fin de semana.
    
    Como era aún un poco pronto decidimos tomarnos algo en casa antes de acudir al lugar donde habíamos quedado con nuestros amigos. Fernando seguía echándome piropos, de una manera chistosa. Yo decidí practicar dando paseos a lo largo del salón para adoptar posturas femeninas y que no se descubriera mi verdadera identidad. También practiqué tonos de voz que no me delataran hasta que decidí hablar de forma que no se pareciera en nada a mi tono normal de voz.
    
    Fueron pasando los minutos y los cubatas caían poco a poco. El ambiente se empezó a calentar y Fernando empezó a perder el control. La verdad es que yo tampoco iba ya muy bien. Puso un disco y empezamos a bailar, otra faceta que debía practicar. De pronto apareció una canción lenta y Fernando me cogió por la cintura. Empezamos a bailar juntos. De repente noté que Fernando empezaba a excitarse pues notaba cómo su pene se ponía en erección y se apretaba mas a mí. Como yo lo tenía apartado lo notaba en mi vientre perfectamente.
    
    Al momento dijo que no podía más y me cogió del cuello y empezó a besarme. Yo me quedé un poco cortada pero me dejé. Es más, me gustó y empecé a excitarme y a besarle también con pasión.
    
    Estábamos robándonos como dos fieras. Nunca me había sentido así. Era especial, como si siempre hubiese deseado besar a Fernando. Como por un resorte bajé mi mano a su entrepierna y empecé a sobarle la polla por encima del pantalón. Él acariciaba mis falsos pechos como si fueran de verdad. Estábamos a cien.
    
    Desabroché la cremallera, aflojé el cinturón y le bajé los pantalones. Ante mí tenía ese pene que siempre había visto en las duchas del equipo de fútbol pero ahora se me presentaba en todo su esplendor y me atraía de forma especial. Me puse de rodillas frente a él y comencé a chupar. Fue todo intuición, ...