1. Berenice, una niña curiosa. Capitulo 4


    Fecha: 21/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Berenice10, Fuente: SexoSinTabues30

    ... enorme mancha blanca que no sabía que era, los guardé en su lugar y me fui a la sala, en realidad no tenía ganas de estar con los niños solo quería estar sola con I pero ni me volteaba a ver.
    
    Prendí la tele y cuando estaba acomodándome en el sillón se abrió la puerta de la calle muy despacito I se asomó y me pregunto dónde estaba mi abue y le dije que se había metido a bañar, no me dijo más, se fue encima de mí, me recostó y deslizo el pants (parecen pantalones delgados, lo usan algunos para hacer ejercicio o como pijama) con todo y mi calzón.
    
    -«Vigila el pasillo»- me dijo
    
    Así acostada en el sillón mi cabeza sobresalía y podía ver el pasillo hacia donde estaba la puerta del cuarto de A y a un lado la puerta del baño, era más para vigilar a los niños que a mi abue ya que escucharíamos la regadera cerrarse.
    
    «No te asustes, te prometo que sentirás muy rico»
    
    Pensé que iba a penetrarme, el miedo de ser descubiertos volvió, no quería que I fuera a la cárcel y se fuera lejos de mí, trate de detenerlo pero ya estaba abriendo mis piernas y hundía su cara entre ellas, sentí algo húmedo y cálido pasando por mi vagina, era su lengua, me lamia muy lento de arriba a abajo, uso sus dedos para abrir mis labios vaginales y trataba de meter su lengua en mí, también chupaba un lugar que me hacía casi gritar de lo rico que se sentía, era mi clítoris lo que el chupaba y frotaba con los dedos pero ni sabía que existía a esa edad, tenía la mente en blanco, solo atinaba a mirar el pasillo mientras mi vientre estaba hormigueando y sentía ganas de orinar, no dure mucho, tuve un orgasmo fuertísimo y otro más después de ese, quería más, pero el sonido de la regadera cerrándose marco el final de ese delicioso momento, I se despegó de mí y salió rápido a la calle (cuidando de cerrar la puerta con cuidado para evitar el ruido) mientras yo me acomodaba la ropa con la adrenalina a tope.
    
    -«Abre la ventana»- me dijo antes de cerrar la puerta e irse.
    
    Hasta ese momento note que había un olor particular en el ambiente, era ese aroma que muchos conocen, el aroma a sexo… abrí la ventana y vi a I llegando al patio, volteo a verme y desde donde estaba le mande un beso, de esos inocentes donde besas la palma de tu mano y le soplas.
    
    Mi abue llego unos minutos después a la sala a decirme que me bañara, yo seguía en la ventana, mirando a la noche, feliz, satisfecha, nuestra historia no había terminado, se había complicado, pero apenas iniciaba. 
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