1. Laurita


    Fecha: 21/05/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Dante, Fuente: TodoRelatos

    Su coñito estaba tan mojado que la penetró de una sola embestida, como un cuchillo caliente atravesando mantequilla, brusco y suave a la vez.
    
    A ella se le escapó un Papi!! Como tantas veces había soñado O quizás fue un Profe..!! como Èl le había pedido. No sabía ni lo que decía. Creo que he ganado una zurra, pensó. Apretó las manos contra la barriguita de cuarentón y levanto sus rodillas sintiendo las medias de colegiala.
    
    La chica universitaria, inteligente, que había compartido las cervezas y las risas esa tarde ya no estaba. Ni el tipo agradable, al que intentaba excitar con todos sus brat-trucos. El parecía no enterarse de las indirectas ni de las provocaciones.
    
    Esa chica brillante ocupaba el 95% del tiempo. Novio adorable, pero convencional. Estudios, carácter...El restante, era laurita, con sus sueños y fetiches que le costaba contar, incluso cuando era laura, sumisa y disfrutaba de azotes dulces y besos picantes.
    
    Incluso con mordaza y corsé, cuando buscaba alivios ocasionales le costaba confesar su fetiche preferido, su secreto.
    
    Ahora era laurita. El sabor de la piruleta se desvanecía en su boca. Recordaba como cuando parecía que solo sacaría una buena tarde cerveza – que rica estaba la cerveza belga-y risas, cuando Él le dijo: “te invito a una piruleta, pero tendrás que comértela sentada en mis rodillas”. Se puso roja; sintió la punzada en el alma y en su coño.
    
    Era esa la piruleta que había lamido, hasta el palito, mientras El acariciaba sus muslos, frotaba sus blancas braguitas contra su coño. Ella había permanecido indiferente –aparentemente- pero su humedad crecía cuando sentía los pellizcos, caricias, presiones en su clítoris. Llegó a sentir que tenía ganas de temblar, justo cuando el ritmo de sus manos aumentó y mientras pensaba en si habría galletitas y abrazos después cuando escuchó:
    
    - laurita, ¿tienes ganas de hacerte pipi encima?
    
    Ya no pudo mas... se tumbó... y siguió lamiendo la piruleta para recibir Su cuerpo calentito.
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