1. Mi despedida de soltera


    Fecha: 21/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    ... dijo “la novia va a recibir su regalo”. Cuando me acerqué para lamerlo y mamarlo me dijo “no princesa, esos labios son sólo de tu novio”. No supe que hacer. Pero experto como era, me cogió, me dio vuelta y me acomodó como perrita. En instantes pasé de la sorpresa al deseo más sucio de ser su perra.
    
    Pensé que se pondría un condón. Pero no lo hizo y antes que pueda decir algo, sentí como su verga se abría camino por mi coño. Melissa y Andrea gritaban “puta, puta, eres puta, Marta es puta” y así me sentía. Fueron como minutos, aunque quizás fueron sólo instantes en los que sentía como su pene entraba y entraba y seguía metiéndose. Enorme, el más grande que jamás había probado.
    
    Antes que él, nunca había sentido a un hombre moverse así. Diría que bailaba detrás de mí. Su pene se movía en todas las direcciones y me hacía volar, gemir, gritar. No se cuentas veces llegué, pero seguro más que ninguna vez antes en mi vida.
    
    De pronto dijo “la novia merece un servicio completo”. Por conversas con mis amigos y amigas sabía que el “completo” era por atrás. Sentí miedo y deseo a la vez. Nunca había recibido algo así de grande por el culo. Mis amigas aullaban ya, “por el culo, por el culo decían”.
    
    Me sentía en medio de una película, sólo dejándome llevar y entregándome sin límites. Pensé que en perrito me destrozaría. Él, experto como era, y conocedor de su propio tamaño, debe haber pensado lo mismo. La sacó de mi coño. Me acostó de costado. Hizo que mis amigas le chupen, ambas, la verga, a lo que accedieron. Pensé que no lo harían, pero en ese momento ya las tres éramos sumisas.
    
    Separó mis nalgas con sus manos. Untó saliva con sus dedos. Les dijo a Melissa y Andrea que miren mi culito. Sentí, sin poder verlas, que ellas me miraban. Les dijo luego “van a ver cómo queda”. Me volví a asustar y me excité más aún. Todo a la vez.
    
    Se arrodillo detrás de mis nalgas. Me acomodó un poco. Puso algo más de saliva y de pronto sentí como su verga empezaba a entrar. Tuve un orgasmo en segundos. Creo solo con su cabeza dentro. Aprovechó mi orgasmo y en una la metió toda.
    
    Sentí que me rompía el culo. Las lágrimas salían de mis ojos. Me sentía destrozada, pero a la vez sentía tal placer que no le pude pedir que la saque. Comenzó a moverse con violencia. Con salvajismo. En mi coño fue un bailarín, en mi culo un peleador.
    
    Me sentía demasiado puta, llegué y llegué y volví a llegar. Con la autoridad que le daba su verga, cuando él iba a llegar, les pidió a Melissa y Andrea que acerquen sus caras. Ambas estaban sobre la cama, allí, con el primer plano de mi culo destrozado. “Miren como quedó” les dijo y complementó “la novia va con su novio sin semen de otro hombre dentro”. Tiro su semen en ambos rostros. Un río de leche.
    
    Habían pasado 60 minutos desde que llegó. Se levantó. Se dio un duchazo rápido. Se despidió cordialmente y se fue. Mi culo seguía palpitando. El sábado que me casé, me seguía doliendo. 
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