Mi sobrina Lita me visita - Relatos Eróticos

Mi sobrina Lita me visita

... bañarnos…lo hicimos rápidamente, reconociendo nuestros cuerpos, con nuestras manos, lenguas, conchita y verga y, ya motivados, fuimos a la cama… me pidió que sea la serpiente y que repte por todo su cuerpo…ella era un árbol…se paró en el suelo, abrió los brazos y las piernas como ramas…yo me eché en el suelo, comencé lamiendo sus pies…metí mi cabeza entre sus piernas y fui subiendo chupando sus pantorrillas, rodillas, muslos…mientras mis manos subían por su culo, concha, hasta llegar a las tetas…mordí sus glúteos, su vulva, pasé para atrás y me fui parando frotando su espalda, su cuello, regresé al frente y me dediqué a lamer, morder, y penetrar su boca con mi lengua…el árbol suspiraba,

Me tiró a la cama y se convirtió en la pantera negra, sus garras se clavaron en mis huevos y me hizo gritar de dolor; rugió, abrió su boca y se tragó mis doloridos huevos, mientras su mano me agarraba fuerte la verga y la jalaba… de pronto se paró, abrió las piernas, se agachó sobre mi cara y se orinó sobre ella…riéndose y diciendo que era la venganza de la pantera negra, por lo que yo había hecho el día anterior…me pidió que le sequé con mi lengua…no podía imaginarme que eso lo estaba haciendo una nena de 15 años y que, hasta hace muy poco había sido virgen…por lo menos, físicamente… me comenzó a masturbar y me dijo que ya tenía que ser el burro…

La jalé al filo de la cama y la puse en 4 patas, con su culito levantado…me paré detrás de ella, me agaché, le lamí los dos agujeros… seguía siendo virgen por el culo, así que le lamí el culo, le abrí las nalgas, metí un dedo moviéndolo en forma circular, le pasé la verga por los labios de la vagina, ya mojada, y regresé al culo, le volví a lamer y echar saliva y comencé a penetrarla lentamente, mientras le agarraba de las caderas y la iba jalando…sentía cómo me apretaba la verga, sacaba un poquito y avanzaba algo…ella gemía, se quejaba, a mí me dolía, pero, a la vez, me excitaba más…ella, se agarró las nalgas, las abrió y me gritó: -¡Ricky, rómpeme el culo!…y se lo empujé hasta dónde pude…los dos gritamos, fue un gran dolor mutuo…

Y, como buen burro, comencé a entrar y salir, meter y sacar, a rebuznar como burro en apareamiento…eso era…un burro apareándose con la hembra más hermosa de la hacienda, en medio de gritos, movimientos violentos, palabras vulgares y mucha respiración descontrolada…meter, sacar, culear, culear y culear…ufff…eso duró como diez minutos, hasta que mis viejos huevos impulsaron la leche al ano de mi hembrita…

Me quedé un rato dentro de ella…parecía que nos habíamos convertido en perros, bien pegados…ella cayó de frente y yo sobre ella…eso duró otro gran rato…nos echamos, apoyó su cabecita en mi pecho…le hacía cariños en su carita…

Llegó la hora de recoger a las chicas para almorzar…nos limpiamos sin bañarnos, pues del zoológico debíamos llegar medio sudorosos y con los zapatos llenos de tierra…yo estaba muy cansado y se me ocurrió que surgiera la idea de hacer algo en común el resto ...