Noche en el campamento - Relatos Eróticos

Noche en el campamento

... gritar, yo me senté sobre el y me acerque a su oído, tenía miedo pero estaba demasiado exitada como para detenerme, suavemente le susurre que no debía asustarse, que solo disfrutaba de su cuerpo y que ahora que está despierto el disfrute del mío. Su respiración se aceleró, yo empecé a besarle el rostro y cueyo a medida que frotaba mi entrepierna con la suya, yo ya no aguantaba, quería ser penetrada, quería usarlo como un juguete y lo hiba a hacer.

Acomode su miembro, estaba ansiosa de usarlo y no lo ocultaba, los susurros lujuriosos salían de mi boca llegando a los oídos de mi amigo, el temblaba un poco, intentaba hablar ahogándose en mi ropa interior, un repentino senton introdujo totalmente su miembro en mi vagina, su palpitar se podía sentar en cada cm que estaba introducido en mi, lentamente empecé a moverme, mis piernas temblaban y mis manos arañaban el pecho de mi juguete. Los minutos pasaban y yo disfrutaba de cada momento, la lujuria no se iba de mi cuerpo y los orgamos no tardaron en llegar, el primero llegó por mi parte, mojando el cuerpo de mi amigo con un gran chorro de fluidos. El segundo fue de mi amigo, el semen caliente lleno mi útero, mis piernas ya no podían moverse y mi cuerpo se movía solo, uno tras otro tuve cuatro orgamos luego de eso.

Desperté, no sabía cuándo me quede dormida, mi amigo no estaba a en ma tienda y yo estaba vestida, creí que todo había sido un sueño, pero mi amigo llegó, traía consigo el desayuno, noto mi rostro rojo de la vergüenza y luego de una charla larga confirme lo que había pasado. Los siguientes días fueron iguales, desayuno, juegos, bailes y dormir, pero esta vez con un amigo para experimentar.