Una puta enfermera. Parte 1. - Relatos Eróticos

Una puta enfermera. Parte 1.

He estado ausente por algunos problemitas que he tenido, pero trataré de estar más activa.

Esta vez les contaré algo que sucedió cuando tenía 19 añitos. Si han leído mis primeros relatos sabrán que estuve familiarizada con temas de enfermería, primeros auxilios, etc. Me buscaron para cuidar a Gilberto, un señor de la comunidad en dónde yo había realizado servicios comunitarios, para que estén en contexto había tenido un accidente donde resultó lesionado de su pierna derecha, así que tenía dificultad para moverse. Acepté el "trabajo" ya que necesitaba ingresos extras de dinero.

Llegué a la dirección que me habían indicado donde me encontré con Amalia, amiga de Gilberto, me explicó las indicaciones que le habían dado para los cuidados y después se retiró, cabe mencionar que Gilberto tenía 36 años, era de mi estatura y delgado, además era divorciado así que en la casa estaríamos solos.

El primer día fue de lo más normal, pero a partir del 2do día comenzó lo bueno. Llevaba un pantalón de vestir un poco ajustado, el cual resaltaba más mis nalgas, y una filipina blanca la cual resaltaba mi figura. En muchas ocasiones me di cuenta que Gilberto me veía las nalgas, saben que eso me encanta, así que no le decía nada e incluso buscaba momentos para regalarle buenas vistas.

Sam: Okey don Gilberto, esta vez le toca baño, así que vamos apoyarnos el uno al otro para hacerlo bien.

Gilberto: Ya te dije que me digas Gil, me haces sentir más viejo, nena.

Sam: Jajaja okey okey, así lo haré, Gil. - dije preparando todo para el baño. - Bueno, lo ayudaré a ponerse cómodo.

Comencé a retirarle su playera y short, dejandolo solo en ropa interior. Comencé a darle un baño de esponja, cómo se conoce, es decir un baño desde una cama de plástico que él tenía.

Gilberto: Sam, creo será mejor que te quites tu uniforme, lo estás mojando mucho jaja

Sam: No, descuida, estoy bien. - dije con una sonrisa.

Pero mientras seguía avanzando más me mojaba, así que decidí retirarme la filipina. En realidad no quería hacerlo, ya que abajo solo llevaba una camiseta de tirantes color blanca y ni siquiera llevaba bra. Seguí con mi trabajo hasta que llegué a sus piernas, mientras enjabonaba su pierna lesionada me di cuenta que su bulto crecía en su entrepierna, trataba de concentrarme en mi labor, pero mi mente de zorrita me hacía una mala jugaba, comenzaba a pensar en como se vería si liberaba su erección, mi vista estaba en su pierna, pero se desviaba a su paquete y al parecer no lo disimulaba.

Gilberto: ¿Te gusta?

Sam: Ah jajaja no, disculpa, digo si, pero no jajaja

Gilberto: Jajaja descuida, yo también estoy viendo algo interesante.

Giré mi mirada hacia él y me di cuenta que su vista de colocaba en mis pechos, los cuales ví y fue donde me di cuenta que mi camiseta estaba mojada, era un show de camiseta mojada para él.

Sam: Jajaja disculpa por eso, es que se me hace más cómodo traer solo la blusita.

Gilberto: No te apures, te ves bien. - dijo ...